El universo que podemos observar es apenas un cinco por ciento del total de masa y energía que este contiene; el resto está formado por un 26,8 por ciento de materia oscura y un 68,3 por ciento de energía oscura.
Citando a la Wikipedia, la materia oscura es «la hipotética materia que no emite suficiente radiación electromagnética para ser detectada con los medios técnicos actuales, pero cuya existencia se puede deducir a partir de los efectos gravitacionales que causa en la materia visible, tales como las estrellas o las galaxias, así como en las anisotropías del fondo cósmico de microondas presente en el universo».
Así que los científicos están realmente interesados en encontrar pruebas directas de su existencia, y ahí es donde entra Dark Matter Particle Explorer, el primer telescopio espacial de la Academia China de las Ciencias, con la colaboración de universidades italianas y suizas.
Dampe durante los preparativos para su lanzamiento. Su carga científica es de 1410 kilos de un total de 1850 y se estima que producirá 16 gigabytes de datos cada día
Dampe fue lanzado el 17 de diciembre de 2015 por un cohete Long March 2D y colocado en una órbita de 500 kilómetros de altitud para una misión de tres años de duración, aunque se espera que pueda estar en activo cinco años.
El objetivo de Dampe es medir electrones y fotones con mucha más precisión que otros experimentos similares –ve un espectro unas nueve veces más amplio que el Espectrómetro Magnético Alpha de la Estación Espacial Internacional, por ejemplo– para intentar detectar posibles huellas de la energía oscura; es un poco como lo que se hace en el Gran Colisionador de Hadrones, donde estudiando los resultados de las colisiones de partículas se obtiene información acerca de estas aunque no se puedan detectar directamente.
De todos modos, hay que tener claro que no sabemos exactamente lo que es la materia oscura, con lo que es posible que Dampe acabe por no detectar nada, aunque en ese caso también habremos aprendido por donde no hay que tirar a la hora de intentar detectar la escurridiza materia oscura.
Además de eso los instrumentos de a bordo de Dampe también pueden ayudar en el estudio del origen y la propagación de los rayos cósmicos, y también pueden llevar a nuevos descubrimientos en la astronomía de rayos gamma de alta energía.