Víctima de las purgas estalinistas de los años treinta, Sergei Pávlovich Koroliov sobrevivió a su internamiento en un gulag en Kolymá, al este de Siberia, para convertirse en una pieza fundamental del programa espacial soviético.
El primer satélite artificial, el Sputnik; el primer animal en órbita, Laika; el primer hombre en el espacio, Yuri Gagarin; la primera mujer en el espacio, Valentina Tereshkova, la primera misión espacial con más de un tripulante, Vladimir Komarov, Konstantin Feoktistov y Boris Yegorov en la Vosjod 1; y el primer paseo espacial, a cargo de Alekséi Leónov en la Vosjod 2…
Aunque se trate del trabajo de grandes equipos de personas, Koroliov estuvo detrás de todos ellos, no sólo con su brillantez como ingeniero, sino también con su empuje personal y en especial con su habilidad para gestionar los procelosos mares de la burocracia soviética y de los enfrentamientos entre distintos equipos de diseño.
Pero todo ese trabajo lo hizo en la sombra, pues Koroliov no fue nombrado oficialmente jefe del programa espacial soviético hasta diciembre de 1965; antes de eso era simplemente conocido como el Diseñador Jefe.
Desafortunadamente Koroliov fallecía el 14 de enero de 1966, a los 59 años, durante una operación para extirpar un tumor.
Eso dejo sin su empuje a dos importantes proyectos, el de enviar un cosmonauta a sobrevolar la Luna, y el de poner un cosmonauta en la superficie de esta.
Módulo lunar LK-3 en el Science Museum
Su puesto fue ocupado por su ayudante Vasili Mishin, pero este no tenía las habilidades de Koroliov ni contaba con la confianza de los cosmonautas sino más bien todo lo contrario, con lo que el programa lunar soviético se fue al garete, aunque no sólo fue culpa de Mishin sino también de una clara falta de financiación.
No hay manera de saber si la URSS habría podido ganar la carrera espacial de no haber muerto Koroliov, ni de cómo sería la historia de haber ocurrido esto, pero de lo que no cabe duda es de la importancia de sus contribuciones al arranque del programa espacial soviético.
Koroliov, junto con Konstantín Tsiolkovski, es el protagonista del primer ámbito de la espléndida exposición Cosmonauts: Birth of the space age, que se puede ver hasta el 13 de marzo de 2016 en el Science Museum de Londres.
Tengo pendiente todavía escribir sobre ella, pero es todo lo que dice Ana Ribera en Cosmonautas: el espacio a escala humana y más.