Por @Wicho — 23 de enero de 2016

Este cohete New Shepard de Blue Origin acaba de convertirse en el primer cohete en volar dos veces al espacio con su vuelo del 22 de enero de 2016, que sigue a su vuelo del 23 de noviembre de 2015.

En este segundo lanzamiento el New Shepard alcanzó una altitud máxima de 101,7 km, y tanto la cápsula, que en el futuro irá tripulada, como el cohete, volvieron a tierra sin novedad.

Pero, a pesar de que el vídeo habla de la visión de la empresa –y por tanto de Jeff Bezos, el dueño de Amazon y también propietario de Blue Origin– de millones de personas viviendo y trabajando en el espacio, esta no se cumplirá gracias al New Shepard.

Sin querer quitarle mérito a los logros de Blue Origin, aunque en efecto el New Shepard ha sobrepasado la línea de Kármán, que marca el límite del espacio, no dejan de ser lanzamientos suborbitales, mucho más «fáciles» que los que están destinados a poner en órbita sus cargas.

En ese sentido quien se está llevando el gato al agua es SpaceX, que ya ha conseguido recuperar la primera etapa de uno de sus Falcon 9 tras un lanzamiento orbital. Curiosamente, SpaceX pertenece a otro multimillonario de la era de Internet, Elon Musk.

Blue Origin, por su parte, está trabajando también en lanzadores orbitales que usarán lo aprendido con el New Shepard. Como dice Bezos, es más fácil mantener en pie sobre la punta de un dedo el palo de una escoba que un lápiz, así que si lo han logrado con el New Shepard, que es, con mucho, el más pequeño de los cohetes que van a fabricar, tiene la confianza de que puedan avanzar rápidamente.

En cualquier caso, todo avance en poner el acceso al espacio un poco más a mano es bienvenido.

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