Estos días BBC News y otros medios han publicado sobre un posible sucesor del Gran Colisionador de Hadrones que tantas alegrías ha dado al mundo de la ciencia. Sería otro acelerador de partículas más grande que los actuales y llamado –de momento– Futuro Colisionador Circular (Future Circular Collider, FCC). Sus 100 km de recorrido circular estarían enterrados también en Suiza, en las instalaciones del CERN. Sería es 4 veces más largo, y también 10 veces más «potente» que el LHC actual.
No obstante, no es algo que vayamos a ver precisamente mañana: el coste de su construcción serían 10.000 y 20.000 millones de euros y no es algo precisamente barato por mucho que se reparta entre varios países. Por eso se ha planteado para 2050, dentro de treinta años.
Esto me recordó esta estupenda charla en la Royal Institution a cargo de David Tong sobre los Campos cuánticos, donde cuando habla de los límites últimos de nuestro entendimiento de la realidad a partir de las partículas subatómicas y los campos cuánticos: el LHC se nos queda pequeños para explorar más allá de donde ha llegado, y por eso los científicos quieren aceleradores más grandes. Él mismo reconoce que 10.000 millones –tirando por lo bajo– es muchísimo dinero para cualquier gobierno, sobre todo en los tiempos que corren, y aventura que puede haber uno al que sí le interese: China. China tiene el dinero suficiente y quizá las ganas de ponerse en cabeza de este tipo de investigaciones que tradicionalmente han sido llevadas a cabo por consorcios Europeos o en Estados Unidos. Veremos qué sucede finalmente (si duramos lo suficiente).
PD: mis más altas recomendaciones para el vídeo porque la charla de Tong es realmente estupenda, a pesar de que su título amedrenta un poco. Explica con gran entusiasmo conceptos muy complejos y los repasa casi todos sin dejarse nada en el tintero. Es una hora de ciencia en estado puro, digna de la sala en la que el mismísimo Faraday presentó sus experimentos sobre la electricidad y el magnetismo.