El cometa Churyumov-Gerasimenko, el objetivo de las sondas Rosetta y Philae, comienza a desperezarse
El cometa Churyumov-Gerasimenko, visto el 28 de febrero de 2014
Se me había quedado medio traspapelada esta foto del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko tomada por el telescopio VLT del Observatorio Europeo Austral (ESO) en Chile a finales de febrero.
67P/Churyumov-Gerasimenko, también conocido como Kevin por XKCD, es el destino de la sonda Rosetta y del aterrizador Philae que lleva adosado.
Si todo va bien Rosetta entrará en órbita alrededor de 67P/Churyumov-Gerasimenko en mayo, mientras que en noviembre Philae emprenderá la última parte de este viaje que empezó en marzo de 2004 para posarse sobre la superficie del cometa.
Será la primera vez que, si todo va bien, consigamos aterrizar en el núcleo de un cometa, lo que sin duda hace de esta la misión espacial del año.
Philae en la superficie de 67P
La foto de 67P/Churyumov-Gerasimenko es relevante porque en ella se aprecia que según se aproxima al Sol su núcleo se va activando; de hecho se aprecia un aumento del 50% por ciento en el brillo de su núcleo respecto a imágenes anteriores.
Las observaciones desde tierra son importantes para el desarrollo de la misión porque ayudarán a refinar los datos que tenemos sobre la órbita del cometa y así a ajustar mejor las maniobras de Rosetta.
En cuanto a la misión de Rosetta y Philae, la esperanza es que nos ayuden a profundizar en nuestros conocimientos sobre los orígenes del sistema solar gracias a los 11 instrumentos de Rosetta y los 10 de Philae.
Estos nos permitirán hacernos una idea de las condiciones físicas que reinaban cuando se formó el sistema solar.
También analizarán el agua presente en él para poder obtener un mayor grado de certeza acerca de si buena parte del agua que hay en la Tierra vino del masivo bombardeo de asteroides que sufrió hace unos 4.000 millones de años.
Para eso Rosetta y Philae analizarán la proporción de distintos iones presentes en el agua de 67P/Churyumov-Gerasimenko para poder compararla con la del agua que hay en la Tierra.
Otro análisis de mucho interés será el de las moléculas orgánicas que encuentren allí, ya que también pueden llegado a la Tierra durante ese bombardeo. En este caso, muchas de las moléculas orgánicas de la Tierra existen en su forma «zurda», y si este es el caso de las que se encuentren en 67P/Churyumov-Gerasimenko, esto daría fuerza a la idea de que que este tipo de moléculas llegó a nuestro planeta también a bordo de asteroides que chocaron con ella.