Por @Alvy — 1 de Febrero de 2017

Derek de Veritasium explica en este vídeo cómo funciona un cuadricóptero de levitación magnética – un trasto grande y pesado que flota sobre una placa de cobre gracias a cuatro imanes permanentes que giran a gran velocidad.

El artilugio, al que llaman cuadricóptero pesa 50 kg y tiene un aspecto un tanto raro, pero se eleva sin problemas en cuanto los motores se ponen en marcha; se puede desplazar con una mano e incluso parece que soporte bastante peso encima. El principio en que se basa no es muy diferente del que hace funcionar algunos hoverboards como el Hendo o a la «brujería» de la levedad de los imágenes cayendo por el interior de baterías de cobre (debida al efecto Lenz y las corrientes de Foucault).

Según cuentan, el movimiento de los imanes genera una corriente eléctrica inducida (en este caso en la placa de cobre) que a su vez produce un campo magnético en sentido opuesto – de ahí la repulsión y por ende la levitación. Los movimientos del imán hacen que las fuerzas opuestas los imiten «como un espejo»… Aunque hay que asegurarse de que los imanes giren en sentidos opuestos por parejas para evitar que el artilugio empiece a girar sobre sí mismo.

Parte del truco está en montar los imanes en una matriz Halbach, que no es más que una forma de combinar los polos de las piezas que los componen para reforzar el campo magnético en un extremo y prácticamente anularlo en el otro. Esto se utiliza en los imanes de nevera y también en algunos trenes de levitación magnética.

Volviendo al experimento: como la placa de cobre está fija y se produce cierta resistencia la energía se disipa en forma de calor; de hecho el cobre se calienta tanto que quema y en el vídeo se ven otros experimentos como el de la llamada barbacoa levitante en el que sobre una placa de aluminio se hierve el agua que entra en contacto. Claro que ahí estamos hablando de 800 amperios y 900 Hz.

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