Por @Wicho — 16 de noviembre de 2010

Lanzada el 9 de mayo de 2003 con el objetivo de tomar muestras del asteroide Itokawa, la historia de la sonda Hayabusa es una demostración de que Murphy tenía más razón que un santo al decir que si algo puede ir mal, irá mal, al menos tras su llegada al asteroide.

La sombra de la sonda sobre el asteroide Itokawa - ISAS/JAXA
La sombra de la sonda sobre el asteroide Itokawa - ISAS/JAXA

Después de permanecer unas semanas aparcado a unos 20 kilómetros de este para preparar la maniobra de descenso, en cuanto la intentaron una serie de comandos erróneos hicieron que no estuviera claro si se había posado o no, y en esa maniobra el aterrizador que llevaba a bordo se disparó en el momento equivocado, haciendo que se perdiera en el espacio.

En un segundo intento, las cosas tampoco quedaron nada claras y desde el control de la misión perdieron además el contacto con la sonda, con lo que no sabían tan siquiera qué había sido de ella.

Una vez recuperado este contacto, al intentar traerla de vuelta a casa problemas con una fuga de combustible y sus propulsores de iones hicieron que la misión durara tres años más de lo previsto.

Pero el pasado 13 de junio, gracias al empeño del equipo de la misión, que nunca arrojo la toalla, la sonda hacía una reentrada de libro sobre Australia, filmada por cierto por tres estudiantes de instituto.

Tras recuperar la cápsula de muestras quedaba por averiguar si al final habían tenido éxito a la hora de recoger alguna partícula del asteroide, y hoy mismo se ha sabido que al parecer así ha sido.

Personal de la JAXA haciendo las primeras comprobaciones - JAXA
Personal de la JAXA recogiendo la cápsula - JAXA

Según se puede leer en Asteroid dust successfully brought back to Earth los responsables de la JAXA dicen que se han encontrado unos 1.500 granos del grosor aproximado de un cabello humano dentro de la cámara de muestras con la ayuda de un microscopio electrónico de barrido, y que sin duda la mayoría de ellos vienen de Itokawa.

Partículas traídas por la sonda - JAXA
Partículas traídas por la sonda. En rojo las «interesantes» - JAXA

Ahora queda el delicado trabajo de extraerlos de allí sin que sufran daños y ver qué podemos aprender de todos estos años de esfuerzo, pero desde luego en la JAXA se han ganado el sueldo.

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