Dígito viene del latín digitus (dedo) de modo que cuando levantamos uno, dos más dedos para indicar una cifra no estamos haciendo otra cosa que señalar dígitos para formar un número.
La respuesta a la pregunta está en el vídeo y es mucho más alta de lo que seguramente puedas imaginar. Oficialmente es 59.048, que requiere un complicado sistema de notación posicional utilizando las falanges y líneas de flexión de las dos manos en una suerte de ejercicio de flexibilidad manual –y cálculo– más que notable.
La segunda respuesta es también alta pero más sencilla: 1023. Esto es fácil de ver porque consiste en convertir cada dedo en un dígito binario: o bien 0 (dedo doblado) o 1 (dedo abierto). Como tenemos diez dedos las posibles combinaciones son 210 = 1024 (y se puede contar de 0 a 1023).
En este tipo de vídeos siempre aprendes algo; en este caso yo descubrí un método muy curioso y práctico: señalar con pulgar cada una de las tres falanges de los otros cuatro dedos. Es fácil y permite contar hasta 12 en cada mano; si se usa la otra mano de forma habitual (para contar entre 0 y 5) el sistema permite contar hasta 60, un número muy cómodamente divisible. Si usa la misma idea en las dos manos se puede llegar a 12 × 12 = 144. Esto es mejorable usando las falanges y las líneas de flexión (6 por dedo) para un total de 24 × 24 = 576.
La forma de contar con las manos es en ocasiones distinta según las culturas y países. Indicamos el número 3 de forma distinta los españoles (dedos índice, corazón, anular), los alemanes (pulgar, índice y corazón) y los chinos (corazón, anular, meñique). Mejor ejemplo: Inglourious Basterds (Quentin Tarantino, 2009).
También hay culturas como la maya que cuentan con los dedos de las manos y de los pies. Y según la cancioncilla con rima, algunos incluso cuentan hasta ventitrés.