Por @Alvy — 14 de julio de 2008

¡Ah! Ahora que llega el buen tiempo y la época de playa y piscina, qué mejor que recordar un clásico entre los clásicos que investigado y rescatado por El Listo que Todo lo Sabe: ¿Es cierto que si te bañas o haces un esfuerzo después de comer puedes tener un «corte de digestión»?

La explicación completa está en un artículo del especialista en Gastroenterología Dr. Fermín Mearin, Director del Servicio de Aparato Digestivo del Centro Médico Teknon de Barcelona; es el mismo texto que habitualmente el Dr. Mearin hace llegar a los diferentes medios de comunicación cuando le preguntan por el tema, que podría resumirse en esto.

(…) Actualmente sigue habiendo dos bandos de padres: los que creen y los que no creen en el “corte de digestión”. Pero, ¿eso del “corte de digestión” es verdad o mentira? Lo cierto es que el término “corte de digestión” es erróneo. Los problemas que pueden ocurrir al introducirse en el agua se relacionan más con otras situaciones que con la digestión y el aparato digestivo.

Lo que suele ocurrir es que se produce un síncope (pérdida de conocimiento) como consecuencia de la diferencia de temperatura entre la superficie del cuerpo y el agua (…) Por todo lo anteriormente dicho, para prevenir un “síncope de hidrocución” se deben evitar las exposiciones prolongadas al sol y los ejercicios físicos intensos antes del baño, el baño después de las comidas (especialmente si han sido copiosas o se han ingerido bebidas alcoholicas) y la entrada brusca al agua fría.

Lo conveniente es entrar poco a poco en el agua para que el cuerpo se adecue progresivamente a la nueva temperatura. Además, una vez dentro del agua se debe salir rápidamente o pedir ayuda si se siente mareo, escalofríos, náuseas, visión borrosa o zumbidos de oídos (…) no son los niños los más proclives a sufrir este tipo de accidentes; y que, aunque el término “corte de digestión” sea incorrecto, hay que tener cuidado con el baño en determinadas situaciones.
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