Por @Alvy — 3 de enero de 2016

Leland Melvin es un astronauta que explica en este vídeo algunos de los cambios que ha experimentado en «gravedad cero» y que son propios de las largas estancias en el espacio. Entre ellos, estos cuatro:

  • Te vuelves algo más alto: entre 2 y 3 cm, básicamente porque aquí en la Tierra la gravedad comprime la columna vertebral, mientras que en el espacio los discos intervertebrales pueden expandirse un poco, ganando unos milímetros cada uno y en conjunto varios centímetros.
  • El corazón tiene que trabajar menos; la razón es que encuentra menos resistencia en el circuito sanguíneo y por tanto no se necesita tanta «fuerza de bombeo».
  • Los huesos tienden a debilitarse y atrofiarse, principalmente por la pérdida de calcio.
  • La visión empeora, debido a los cambios en la presión intercraneal, que quieras que no modifica ligeramente la forma de los globos oculares y por tanto de su comportamiento como «objeto óptico de precisión».
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