Por @Wicho — 21 de mayo de 2015

La Estación Espacial Internacional da vueltas alrededor de la Tierra a unos 28 000 kilómetros por hora, lo que hace que cada día describa 16 órbitas alrededor de ella, una cada 90 minutos.

En numerosas ocasiones hemos dicho que eso lleva a que sus tripulantes puedan ver otros tantos amaneceres y puestas de sol cada 24 horas.

Pero no siempre sucede así.

A lo largo del año, según la Tierra gira alrededor del Sol, la inclinación del terminador, la línea que separa la parte iluminada de la Tierra de la que está en sobra, va cambiando, como se puede ver en este vídeo montado con imágenes captadas por el satélite meteorológico Elektro-L 1:

Esto hace que en ciertas épocas del año la órbita de la Estación, que siempre tiene la misma inclinación respecto al ecuador, deje de cruzar el terminador para discurrir paralela a él, por lo que pueden pasar varios días en los que en Sol no acaba de ponerse desde la EEI, como se puede ver en el vídeo que hay al principio de esta anotación; es algo parecido al fenómeno del sol de medianoche.

Cuando esto sucede es necesario darle la vuelta a la Estación cada cierto tiempo para que no se cueza por una exposición demasiado prolongada al Sol, con lo que en lugar de orbitar la Tierra con la panza para abajo y el morro para adelante, como vuelan los aviones, que es lo habitual, se la hace girar, un poco como un pollo en una barbacoa, en especial en diciembre, cuando se pueden llegar a juntar seis días de exposición continua al sol.

A este modo de vuelo se le conoce como YVV/«Barbecue».

Y también hay un «modo planeador nocturno», aunque suene a broma; es una de las 10 (+1) cosas que no sabías de la Estación Espacial Internacional.

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