El «Google Bathroom» es una idea «a futuro» que apenas pasa del boceto, pero que ya está en la oficina de patentes. Plantea aprovechar el equipamiento del cuarto de baño que se utiliza a diario para monitorizar la salud, principalmente en aspectos relacionados con el sistema circulatorio y respiratorio. Las enfermedades del aparato cardiorrespiratorias están entre las primeras causas de muerte por enfermedad en los países desarrollados.
Así, por ejemplo, el espejo del baño en el cual uno se mira cada mañana será capaz de analizar el tono y el color de piel y detectar manchas o marcas en la piel que merezcan atención.
A través de la piel es posible observar algunos órganos internos y también medir las pulsaciones, el ritmo cardiaco y la saturación en sangre —algo que ya hacen aplicaciones como Cardiio, usando la cámara del móvil— y tejidos subcutáneos. La fotopletismografía planteada por Google permitirá observar el volumen y forma de órganos internos por si alguno presenta inflamación.
Aprovechar la bañera como cabina de ultrasonidos es otro caso recogido en la patente. Los ultrasonidos se utilizan para observar el interior del cuerpo humano: tejidos internos, órganos y permiten generar un mapa tridimensional de la estructura ósea del cuerpo. La alfombrilla del baño sirve como plataforma para detectar también el ritmo cardiaco, el peso y realizar un electrocardiograma.
El váter también tendrá aplicaciones médicas en el «cuarto de baño Google». Es capaz de medir la presión y los movimientos de los intestinos, y el peso de quién lo utiliza, de forma totalmente transparente. Y será capaz de observar y analizar las deposiciones, sólidas y líquidas. El baño me ha recomendado que vaya al médico.
Vía 3DPrint.