Por @Wicho — 11 de diciembre de 2019

El nombre del tratamiento es KymriahEn el verano de 2017 los Estados Unidos aprobaban el uso de una terapia genética que prometía convertirse en una importante arma más en la lucha contra el cáncer. En el caso concreto contra la leucemia infantil. Y acabamos de saber que en España el Hospital La Paz acaba de dar de alta a un niño de 11 años que sufría de Leucemia Linfoblástica Aguda tipo B (LLA-B) tras la completa remisión de su enfermedad después de aplicarle ese tratamiento.

Kymriah, que es el nombre comercial del tratamiento, se personaliza para cada paciente. Para ello se modifican linfocitos T del paciente mediante ingeniería genética para «implantarles» receptores de antígeno quimérico, lo que explicado en términos más sencillos viene a equivaler a programarlos para que reconozcan y ataquen las células cancerosas. Estos linfocitos T modificados se inyectan luego en el paciente, donde aparte de acabar con las célula cancerosas son capaces de reproducirse conservando la modificación a la que han sido sometidos. Así que el efecto del tratamiento se mantiene en el tiempo.

El proceso de personalización dura aproximadamente un mes y es un recurso que se utiliza pacientes en los que han fallado otras terapias. En el caso del niño recién dado de alta en La Paz ya eran tres los tratamientos fallidos a los que se había sometido.

Este, de todos modos, no es el primer caso de un paciente curado de LLA en España. El primero bajo la cobertura del Sistema Nacional de Salud fue un niño de Alicante de 6 años que recibió el tratamiento en el Hospital Sant Joan de Déu Barcelona y que fue dado de alta a principios de 2019. Y de hecho en ese hospital lleva desde 2016 participando en los ensayos clínicos previos para determinar la efectividad del tratamiento ya van más de 30 pacientes tratados.

La diferencia es que hora ya no se trata de ensayos clínicos, pues el tratamiento con CAR-T ha sido autorizado recientemente por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y aprobado para uso asistencial, por lo que es posible usarlo si los médicos lo estiman necesario y no sólo en el marco de los ensayos clínicos.

Lamentablemente el tratamiento no funciona en todos los casos, aunque la tasa de éxito vista hasta ahora en los ensayos clínicos ronda el 80%. Y también es cierto que en algunos de los pacientes se han producido recaídas, mientras que otros siguen sanos años después de haberlo recibido. Y que algunos de los efectos secundarios de este tratamiento son bastante duros, aunque en el caso del paciente de La Paz apenas se han dado.

Pero en cualquier caso es todo un avance en la lucha contra el cáncer que no es que sea una promesa de futuro, es que está salvando vidas ahora mismo.

Ahi que acer la cencia, bitches. Y tener un sistema de salud público que, a pesar de que el coste del tratamiento ronda los 500.000 dólares sólo en lo que es la dosis de Kymriah, nos permite acceder a él sin tener que hipotecar el futuro de la familia para curar a un hijo enfermo.

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