Por Nacho Palou — 24 de abril de 2015

Sismómetro — Este dispositivo podía detectar terremotos tan distantes que nadie cercano los sentía siquiera. Era un dispositivo en forma de jarrón con varias cabezas en bronce de dragones, cada una con una bola de bronce en su boca; alrededor del pie tenía varios sapos de bronce con las bocas abiertas. Si la máquina detectaba un temblor de tierra las bolas de bronce se soltaban y caían en la boca de los sapos, provocando un ruido a modo de alarma. La dirección de la cual procedía el temblor quedaba indicada según la bola que había caído.

El dispositivo construido por Zhang Heng en el año 132 era capaz de detectar temblores que había tenido lugar a más de 600 km de distancia. El sismoscopio de Zhang detectaba los terremotos y en qué dirección ocurrían, pero no los medía como hacen los sismógrafos — que no fueron desarrollados hasta que la sismología fue ‘reinventada’ en occidente casi 1700 años más tarde.

Vía IBM Think.

Fotografía (cc) Kowloonese

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