STS114-S-017: Lanzamiento del Discovery en la misión STS-114 / NASA
El 26 de julio de 2005 el transbordador espacial Discovery despegaba en la misión STS-114, la primera misión de vuelta al vuelo de los transbordadores espaciales de la NASA tras el desastre del Columbia del 1 de febrero de 2003.
Conscientes al fin, aunque a costa de la vida de siete astronautas, del peligro que suponía el desprendimiento de fragmentos de la espuma protectora del depósito externo de combustible, esta fue la primera vez que un transbordador se fotografiaba en detalle durante su aproximación a la Estación Espacial Internacional.
Y en estas imágenes los técnicos de la NASA descubrieron que una especie de mantas cerámicas que se usan para rellenar el espacio entre las losetas del escudo de protección térmica de la nave sobresalían en un par de puntos de su panza tras el lanzamiento.
Las zonas problemáticas / NASA
Los cálculos indicaban que esto podía causar un aumento de la temperatura del 25 por ciento en esas zonas, y aunque eso aún quedaba dentro de los márgenes de seguridad, optaron por añadir un paseo espacial extra a la misión para arreglar eso quitándolas.
Esta opción era viable ya que no son necesarias para la reentrada, pues por una parte reducen el ruido que pueden hacer las losetas al chocar unas con otras debido a las vibraciones del vuelo, y por otro reducen un poco, pero no de forma crítica, la transferencia de calor a la estructura del transbordador.
Las instrucciones para retirarlas aún se pueden consultar en Gap filler removal task summary notes.
El paseo corrió a cargo de Steve Robinson y Soichi Noguchi, aunque fue el primero el encargado de realizar la reparación, tal y como se puede leer en NASA's Spacewalking Astronaut Completes Unique Repair, mientras Noguchi estaba ahí como apoyo por si fuera necesario.
S114-E-6642: Steve Robinson sujeto por el brazo robot del Discovery durante su paseo espacial / NASA
Just a Matter of Perception: la sombra de Steve Robinson sobre la panza del Discovery / NASA
A la hora de la verdad se cumplió la predicción de Robinson, pues antes del paseo dijo que iba a ser una tarea delicada pero sencilla: las losetas térmicas son muy resistentes al calor pero a la vez muy frágiles, con lo que hay que andarse con cuidado, pero en efecto bastó con tirar un poco de los dos fragmentos que tenía que quitar para que estos salieran de su sitio.
Otra manta similar adyacente a una de las ventanas de la cabina también estaba algo desplazada, pero los análisis demostraron que no iba a ser un problema a la hora de aterrizar, así que ni se plantearon tocarla.
El Discovery volvió a casa sin novedades el 9 de agosto de 2005, pero dado que durante su lanzamiento se había desprendido mucha más espuma aislante del depósito externo de combustible de lo previsto la NASA decidió suspender de nuevo los vuelos de los transbordadores espaciales hasta llevar a cabo las modificaciones necesarias en los depósitos.
Sería de nuevo el Discovery el que volara la misión STS-121 el 4 de julio de 2006, la segunda misión de vuelta al vuelo de los transbordadores de la NASA, que ya seguirían en servicio hasta su retirada con la misión STS-135 del Atlantis.
Nunca más, afortunadamente, fue necesaria otra reparación en el espacio de un transbordador espacial.