Traducido de 12 bogus arguments about homeopathy de Edzard Ernst:
Si hablas con los defensores de la homeopatía acabarás por oír afirmaciones que son falsas o engañosas; de hecho las oyes con tal regularidad que podrías empezar a dudar de la verdad. Para aquellos que tengan dudas o que necesiten contra–argumentos, he reunido aquí las doce afirmaciones flasas que, en mi experiencia, son las más habituales junto con contra–argumentos cortos, adecuados, y reales.
1. No hay nada misterioso acerca de cómo funciona la homeopatía, es como las vacunas.
Este argumento lo usan los defensores de la homeopatía en respuesta al hecho de que la mayoría de los remedios homeopáticos están demasiado diluidos como para tener efectos farmacológicos. Las vacunas también están muy diluidas y son, por supuesto, muy efectivas; así que el concepto erróneo es que no hay nada raro acerca de la homeopatía.
El argumento está equivocado a muchos niveles; la forma más fácil de refutarlo, creo, es dejar claro que las vacunas contienen cantidades medibles de material y que producen cambios medibles en el sistema inmune. Por el contrario, el típico remedio homeopático (más allá de la potencia 12C) co contiene ni una sola molécula de sustancia activa y no produce cambio alguno en ningún sistema.
2. Muchos más estudios clínicos de la homeopatía son positivos que negativos.
Varios sitios web de organizaciones homeopáticas dicen esto y dan estadísticas sencillas para apoyarlo. Por tanto, los fans de la homeopatía lo han adoptado.
Las estadísticas que dan dicen que x % de los estudios son positivos, y % negativos y z% son neutrales; el argumento básico es que x es mayor que z. Esos porcentajes puede que incluso sean correctos pero funcionan porque usan una definición engañosa de positivo: positivo = superior al placebo, negativo = placebo superior a la homeopatía, neutral = no hay diferencia entre la homeopatía y el placebo. Esta última categoría fue creada para que gane la homeopatía.
A todos los efectos, un estudio en el que el tratamiento experimental no es mejor que el placebo no es un resultado neutral sino negativo. Con lo que la categoría negativa en esas estadísticas tiene que ser y + z que es, por supuesto, mayor que x. En otras palabras, la mayoría de los estudios son, de hecho negativos.
3. Hay premios Nobel que apoyan la homeopatía.
No sé de ningún ganador de un premio Nobel que haya dicho que la homeopatía funciona mejor que un placebo. Algunos han intentado encontrar un mecanismo que explique la acción de la homeopatía haciendo algo de investigación básica y han publicado teorías al respecto. Ninguna de ellas ha sido aceptada por la ciencia.
Y si alguna vez un ganador de un premio Nobel o alguna otra persona igual de brillante apoyan lo homeopatía, esto sólo serviría para demostrar que hasta las personas más listas cometen errores.
4. La homeopatía es segura.
Díselo a la niña que acaba de morir porque por lo visto sus padres usaron homeopatía para tratar una infección de oído que (podría haber sido fácilmente tratada con antibióticos) degeneró en un absceso cerebral. Hay muchos más casos como este de los que recuerdo.
Los riesgos de la homeopatía son, por supuesto, menores que muchos tratamientos convencionales, pero el equilibrio riesgo/beneficio de la homeopatía nunca podrá ser positivo porque, a diferencia de esos tratamientos tradicionales de alto riesgo, no ofrece beneficios.
5. La homeopatía no es adecuada para ser probada mediante ensayos clínicos.
La mejor forma de desmontar este argumento es que hay disponibles unos 250 ensayos controlados. Todos los homeópatas presumen de ensayos clínicos (ver punto 2) – siempre que sean positivos.
6. La homeopatía funciona mediante el entrelazamiento cuántico.
No entiendo la mecánica cuántica y, sospecho, tampoco lo hacen los homeópatas que usan este argumento. Pero los físicos que sí la entienden no tienen problema en afirmar que la homeopatía no puede ser explicada así.
7. No hay pruebas de que la homeopatía no funcione.
La ausencia de evidencia no es lo mismo que la evidencia de ausencia, suelen decir los homeópatas. Y, por supuesto, ¡tienen razón! De todas formas, olvidan que la ciencia no puede probar un negativo y que, en los tratamientos de salud convencionales, no buscamos pruebas de falta de eficacia. Usamos aquellos tratamientos que tienen una prueba positiva de que son efectivos – cualquier otra cosa es irresponsable.
8. Aunque la homeopatía fuera sólo un placebo, ayuda a los pacientes y por tanto es un tratamiento eficaz.
Es cierto, por supuesto, que los tratamientos placebo pueden ayudar a los pacientes. Pero no es cierto que para generar una respuesta placebo necesitemos un placebo. Si un profesional de la medicina administra un tratamiento efectivo con compasión el paciente se beneficiará de una respuesta placebo además de los efectos específicos del tratamiento. Dar sólo placebos equivale a engañar al paciente.
9. Hay una conspiración mundial contra la homeopatía.
En cierto modo, este argumento sugiere que los remedios homeopáticos no son efectivos a la hora de tratar la paranoia. Nunca he visto ni un ápice de evidencia de ello – y tampoco puede mostrar ninguno nadie que dice que esto es cierto.
10. Necesitas ser un homeópata para poder entender y juzgar adecuadamente el valor de la homeopatía.
Con esto los homeópatas quieren decir que los críticos de la homeopatía son unos incompetentes. Es como decir que sólo las personas que creen en Dios pueden criticar la religión. Por definición, los homeópatas son creyentes, y por tanto parece poco probable que estén libres de sesgo a la hora de juzgar el valor de la homeopatía. La homeopatía es una tecnología de la salud que debe ser evaluada como cualquier otra tecnología de la salud: por científicos independientes que saben lo que hacen.
11. Hay pruebas de que la homeopatía funciona en niños pequeños y animales.
El argumento es que ni los niños ni los animales pueden responder al efecto placebo. Por tanto la homeopatía debe ser más que un placebo.
Esto esta doblemente equivocado. Primero, tanto los animales como los niños pueden responder al placebo, pero sólo por la intermediación de quienes los cuidan. En segundo lugar, si consideramos todos los datos disponibles, vemos que ni para niños ni para animales la evidencia es conclusivamente positiva.
12. La homeopatía se ha usado en grandes epidemias, y eso es prueba suficiente de su eficacia.
Sí, hay algunos relatos históricos que los homeópatas interpretan así. Pero si prestamos un poco de atención, siempre encontramos explicaciones mucho más plausibles que asumir que la homeopatía es efectiva. Observaciones epidemiológicas de este tipo casi nunca pueden establecer una relación causa–efecto, y los resultados clínicos pueden ser debidos a muchos factores no relacionados con la homeopatía.