Por @Wicho — 3 de septiembre de 2013

Un par de interesantes lecturas recomendadas para espaciotrastornados.

Una es A view of the Earth, en la que Mike Massimino cuenta lo que sentía durante el paseo espacial en el que tenían que cambiar la fuente de alimentación del Space Telescope Imaging Spectrograph del Hubble para repararlo.

Mike Massimino y Michael Good trabajando en el interior del Hubble
Mike Massimino y Michael Good trabajando en el interior del Hubble

Había que retirar hasta 117 pequeños tornillos y arandelas que nunca habían sido pensados para ser quitados una vez montado el Hubble, y menos en el espacio.

Para ello se habían desarrollado durante años las herramientas y los procedimientos oportunos, aunque algo tan tonto como un tornillo con la cabeza gastada nada más empezar estuvo a punto de dar al traste con todo ya que no permitía seguir adelante.

Y ya podía ver lo que dirían los libros de ciencia del futuro. Ese iba a ser mi legado. Mis hijos y mis nietos leerían en sus clases: Sabríamos si hay vida en otros planetas, pero el padre de Gabby y Daniel rompió el Telescopio Espacial Hubble y nunca lo sabremos.

Fueron momentos de tensión, pero al final esa reparación en concreto gracias a que en el Centro Goddard tuvieron la feliz idea de montar una especie de asa con cinta americana y que Massimino simplemente arrancara el asa que no salía por culpa del tornillo gastado, y toda la misión STS-125 en general fueron un enorme éxito que dejó al Hubble mejor que nuevo.

El otro relato, que se puede leer en EVA 23: exploring the frontier, es el del paseo espacial en la Estación Espacial Internacional que tuvieron que terminar antes de tiempo Luca Parmitano y Chris Cassidy cuando el casco del primero comenzó a llenarse de agua.

Parmitano quitándose el casco
Karen Nyberg ayuda a Luca Parmitano a quitarse su casco lleno de agua una vez de nuevo dentro de la EEI

En principio desde el control de la misión quisieron quitar importancia al hecho pero leer esto le pone los pelos de punta a cualquiera:

Me obligo a permanecer tranquilo, localizando pacientemente las asas al tacto, me empiezo a mover, todo el tiempo pensando en como eliminar el agua si llegara a mi boca. La única idea que se me ocurre es abrir la válvula de seguridad que está al lado de mi oreja izquierda: si creo una despresurización controlada, debería ser capaz de dejar salir un poco del agua, al menos hasta que se congele por sublimación, lo que cerraría el flujo. Pero abrir un «agujero en mi traje espacial sería realmente el último recurso.

Abrir un traje espacial en el vacío, casi nada.

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