Dentro de una semana se producirá el eclipse de Sol del 20 de marzo de 2015 que será total para quien lo pueda ver desde el Ártico, lo que quiere decir básicamente desde las islas Faroe y Svalbard, que son las únicas zonas pobladas en las que el eclipse será total.
Pero además tiene la peculiaridad de que coincide prácticamente con el equinoccio de marzo, que es cuando en el polo norte sale por primera vez el Sol tras seis meses de oscuridad, por lo que desde allí se podría ver una imagen tan curiosa como la que abre esta anotación.
La última vez que un eclipse total de Sol coincidió con el equinoccio de marzo fue el 20 de marzo de 1662; la próxima vez ocurrirá el 20 de marzo d 2034.
El eclipse se produce además un día después de que la Luna haya pasado por el perigeo de su órbita, el punto más próximo a la Tierra de esta, una de esas superlunas, lo que no influye para nada en el eclipse salvo que haría que se pudiera ver como total desde más sitios al tener la Luna un tamaño aparente mayor…
Claro que en este caso, poca diferencia hay por la trayectoria del eclipse; la zona en la que se ve como total es la que está marcada en azul oscuro.
Eso sí, en los sitios en los que es parcial también influye un poco haciendo que la Luna cubra un poco más del disco del Sol, pero para todos los efectos del común de los mortales, da igual.
El eclipse puede verse como parcial desde toda Europa, la parte norte de África, el norte y el centro de Asia, y el Oriente Medio; cuanto más al norte, más porción del Sol quedará oculta por la Luna, llegando a un 80% en Europa Central.
Comienza a las 9:09 y termina a las 10:21; el máximo eclipse se produce a las 9:46:47 UTC y dura 2 minutos y 47 segundos.
Observar un eclipse solar exige tomar precauciones, ya que no se puede mirar directamente al Sol tan siquiera durante un eclipse, y mucho menos con ningún tipo de instrumento óptico.
Si vives en algún lugar desde el que se pueda ver el eclipse, mira si un centro de ciencia, planetario, o agrupación de aficionados a la astronomía organizan una observación.
Si no es así o si las nubes lo impiden, siempre queda la opción de intentar verlo a través de Internet gracias a retransmisiones como la del telescopio Slooh.
(Algunos datos vía Universe Today).