Una de las noticias del día era la publicación de un estudio en el que por fin parece que se desvela la función del mecanismo de Antiquitera, un dispositivo fabricado hace unos 2.100 años y encontrado en 1900 por unos pescadores de esponjas y que hasta ahora nadie tenía muy claro para que servía: Decoding the ancient Greek astronomical calculator known as the Antikythera Mechanism (abstract).
Javier Armentia cuenta la historia en español en Una Máquina Astronómica, poniendo especial énfasis en desacreditar a aquellos que pretendieron ver en este mecanismo una prueba de la intervención de «inteligencias superiores» en su construcción.
Como diría Occam, parece bastante más razonable suponer que los griegos sabían más de astronomía y de fabricar mecanismos complejos de lo que pensábamos que suponer que recibieron algún tipo de «ayuda».