El EmDrive es una propuesta del ingeniero británico Roger Shawyer que básicamente dice –simplificando un poco, vale– que si acoplas un microondas a un cono metálico completamente cerrado este se convierte en un motor capaz de producir empuje por el lado más grande del cono.
Y todo ello sin necesidad de propelente –de combustible, para entendernos– así que mientras puedas seguir suministrando electricidad al microondas tendrás un motor que puede funcionar eternamente.
¿Os suena un poco a movimiento perpetuo? Pues eso.
El EmDrive es una propuesta que viene ya de 2001, y que poca gente se ha tomado en serio, aunque resurge de vez en cuando, y que de hecho estos días vuelve a estar de actualidad por dos artículos:
German scientists confirm NASA results of propellantless 'impossible' EM drive – Científicos alemanes confirman los resultados de la NASA del motor imposible sin propelente
vs.
No, German Scientists Have Not Confirmed the “Impossible” EMDrive – No, científicos alemanes no han confirmado el motor «imposible» EmDrive
El segundo artículo dice que seguro que se trata de un error de medición y que el EmDrive no produce empuje alguno, entre otras cosas porque los mismos científicos alemanes a los que hacen referencia dicen que han eliminado todos las posibles fuentes de error conocidas, lo que deja el hueco abierto a que haya errores en las mediciones que vengan de otro lado.
En esta casa, que somos mucho de respetar las leyes físicas de este universo, estamos muy de acuerdo con esto, así que no nos podemos creer que el EmDrive funcione, al menos no sin pruebas extraordinarias y no con resultados cogidos con los pelos y en el límite del error de medición, ya que si el EmDrive funcionara lo haría violando varios principios físicos como el de la conservación del momento y la tercera ley de Newton que durante cientos de años han demostrado su validez.
Hay más sobre este motor milagroso en El motor EmDrive sigue violando las leyes de la física de Daniel Marín y en EmDrive: Un horno de microondas troncocónico autopropulsado de Francisco Villatoro.
Pero vamos, el resumen viene siendo que, al menos por ahora, no vamos a poder ir y volver de Marte en menos de un año ni ir y volver de Saturno en 32 meses.
Personalmente, me recuerda mucho a todo el asunto de la fusión fría de Pons y Fleischmann.
- Motores de iones: lentos pero seguros y eficaces, aunque necesitan combustible.