Uno de los problemas que más preocupan a los médicos de todo el mundo es la resistencia a los antibióticos que están desarrollando las bacterias. Esto, unido a que hace literalmente décadas que no descubrimos nuevos antibióticos, hace que en la actualidad se produzcan unas 700.000 muertes al año causadas por bacterias resistentes a los antibióticos, cifra que se calcula que llegará a los 10 millones de muertes al año en 2050.
Pero un estudio recién publicado por el Laboratorio de Daniel López del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC) puede abrir una nueva e inesperada vía en la lucha contra las bacterias.
Según se puede leer (más o menos) en Membrane Microdomain Disassembly Inhibits MRSA Antibiotic Resistance el equipo de López decidió intentar atacar las balsas lipídicas –unas acumulaciones de grasas, para entendernos– de la membrana del Staphylococcus aureus, el estafilococo dorado, una de las bacterias más chungas que existen, ya que hay cada vez más evidencia de que en ellas se genera la resistencia a los antibióticos.
Así que probaron a tratar la bacteria in vitro con ácido zaragózico y comprobaron que en efecto esto deshacía esas balsas lipídicas y que con ello se eliminaba su resistencia al antibiótico, en concreto a la meticilina. Luego repitieron la prueba en ratones y comprobaron que el efecto también se producía in vivo.
Este resultado, que aún hay que comprobar en humanos, indica que un tratamiento con estatinas –medicamentos contra el colesterol– combinado con antibióticos de toda la vida podría servir para luchar contra estas bacterias que hasta ahora parecía que lo aguantaban todo.
Si se confirma, es un notición como no ha habido en muchos años en el campo de la medicina y la salud.
La investigación de López et al. forma parte del proyecto europeo Rafts 4 Biotech.