Haplogrupos de ADN mitocondrial humano / Wikimedia
En un viejo número de Science Dialy tienen un buen artículo sobre genética y uno de los «personajes históricos» más curiosos de los que se pueda hablar, la Eva mitocondrial o «primigenia»: ‘Mitochondrial Eve’: Mother of all humans lived 200,000 years ago. Esta curiosa figura –a la que más o menos apropiadamente pusieron el nombre de la primera mujer del Génesis– sería, estadísticamente hablando, el ancestro común más reciente por línea materna de todos los seres humanos que hoy en día vivimos sobre la Tierra.
En otras palabras –y de ahí viene el nombre de Eva mitocondrial– desde el punto de vista genético y estadístico esta mujer africana sería la más cercana en el tiempo a nosotros que poseería todas las mitocondrias de la población humana actual (excepto las de nuevos tipos que han surgido posteriormente, claro). Y todos somos descendientes suyos. Dado que vivió en África hace unos 200.000 años sería algo así como nuestra tatara-tatara-tatara… (×8000) … abuela, calculando unos 25 años por generación. (Naturalmente habría abuelas «más abuelas» de nuestra humanidad, por ejemplo su madre, pero no serían las más cercanas en el tiempo.)
El trabajo original se publicó hace años en Theoretical Population Biology y tuvo en cuenta estadísticas sobre las mutaciones, crecimiento y extinción de las poblaciones además de todas las cuestiones genéticas y el trabajo de campo. Del artículo:
La razón por la que se usan las mitocondrias de las células en estos análisis es porque tienen su propio genoma: 37 genes que raras veces cambian y una zona «hipervariable» con que cambia lo suficientemente rápido como para servir de reloj molecular calibrado en relación con la edad de la humanidad moderna. Como tanto hombres como mujeres heredan el genoma mitocondrial de la madre, todos los linajes mitocondriales son maternales.
Me pareció interesante también que el trabajo de análisis tiene mucho de genética pero quizá incluso más de modelos matemáticos. Al fin y al cabo datar cuándo existió un personaje como la Eva mitocondrial es algo difícil de afinar: encontrar los genes adecuados y que luego los diversos modelos concuerden es sin duda una gran labor.
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