Por @Alvy — 26 de junio de 2018

En este vídeo de Wired el analista profesional de la policía científica Matthew Steiner repasa qué hay de realidad y qué de ficción en algunas icónicas escenas «estilo C.S.I.» de películas y series de todas las épocas. El veredicto es por lo general bastante lamentable – lo cual es curioso porque estas superproducciones suelen estar muy asesoradas. Pero la realidad es que muchas veces lo que se ve en pantalla está dramatizado, exagerado y acelerado en exceso para entretener a los espectadores – su «objetivo», al fin y al cabo.

Revisando series como The Wire, Flash, C.S.I., Cómo defender a un asesino, Dexter o Mentes criminales es cuando se ven las limitaciones del formato narrativo. Los detectives y forenses de las series casi siempre contaminan las escenas y muestran más bien poco cuidado, dado que no van vestidos adecuadamente, toquetean todo sin cuidado o recogen balas y otros objetos con la ayuda de bolígrafos u otros instrumentos inadecuados – pero si no actuaran así ni les veríamos la cara y se pasarían horas preparándose. Uno de mis detalles favoritos es el de la silueta de la víctima dibujada con tiza –un clásico entre los clásicos– que nunca se utiliza porque supone contaminar la escena.

La mítica escena del análisis Fuck, Fuck, Fuck en la no menos mítica The Wire porsupuestísimo que está incluida (el original son casi 5 minutos y ~33 fucks). También resulta ser un tanto «inapropiada» porque modifican y contaminan las pruebas sin fotografiarlas siquiera… Aparte de apuntarse con un arma cargada, regla nonono #1.

En películas como Zodiac, Heat, Seven o El caballero oscuro la cosa no es mucho mejor. En casi todas aparece muchísima gente a la vez en la escena del crimen: policías, detectives, expertos, uno que pasaba por allí… Normalmente se trabaja más tranquilamente y sin atropellamientos, por el riesgo de contaminación. En algunas películas intentan aplicar «tecnología punta» pero se pasan tres pueblos («es como hacer cirugía cerebral para alguien que tiene dolor de cabeza»). La saga de Batman es sin duda la menos realista –ya lo parecía– y en otras aplican líquidos de forma exagerada o técnicas que no servirían de mucho, obviando otras cuestiones mucho más simples y directas. Un fallo muy típico: los forenses se ponen a hablar sobre la motivación que sugiera la escena de un crimen, cosa que casi nunca hacen «porque la ciencia simplemente no puede determinar la motivación», dice.

Como curiosidad se incluye Minority Report de la que se dice que obviamente no es realista pero que actualmente ya existen tecnologías para detectar «crímenes en el momento en que se producen» por ejemplo gracias al análisis del audio ambiente, la detección del sonido de disparos y su posicionamiento sobre un mapa combinados con inteligencia artificial. También hay técnicas de realidad virtual y reconstrucción de escenas –un poco a lo Iron Man– que hacen uso de «fotografías temporales» (a lo Google Maps) para situarse en cómo era un lugar hace años.

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