En 2015 la estrella llamada KIC 8462852 se hizo instantáneamente famosa cuando tras estudiar los datos obtenidos de ella por el telescopio espacial Kepler, decididamente raros, algunos científicos sugirieron que podían tener su origen en que estuviera rodeada por una esfera de Dyson…
Lo que, como bien habría dicho Guillermo de Okham, parecía cuando menos poco probable.
El problema es que otras explicaciones más razonables como la existencia de un disco protoplanetario a su alrededor, la presencia de los restos de la colisión de dos asteroides, o un grupo de cometas que estuviera pasando entre las estrella de Tabby, como también es conocida, y nosotros tampoco acababan de explicar las variaciones en la luz que nos llega de ella que había detectado el Kepler.
Pero ahora un grupo de astrónomos españoles propone una explicación bastante razonable y que por ahora parece encajar con las observaciones. Según cuentan en KIC 8462852: Will the Trojans return in 2021? para ellos estas bajadas en el brillo pueden estar causadas por la presencia de un planeta con anillos y sus asteroides troyanos. Éstos son asteroides capturados por la gravedad de un planeta y que lo acompañan en su órbita en dos grupos situados a unos 60 grados por delante y por detrás del planeta; en nuestro sistema solar tiene unos 4.000, por ejemplo.
La estrella de Tabby y sus compañeros
El paso de los grupos de troyanos por delante de la estrella explicaría las irregulares bajadas de brillo registradas en 2009 y 2013; el paso del planeta la de 2011, y un nuevo evento producido el 19 de mayo de 2017 habría sido causado por un grupo de Hilda, otro grupo de asteroides.
El único problema de esta hipótesis es que el planeta en cuestión tendría que ser muy grande, mucho más grande lo que los modelos habituales de formación de sistemas solares que manejamos contemplan… pero el universo parece estar lleno de planetas muy raros. Así que en realidad no parece un impedimento muy grande.
La gran ventaja del modelo propuesto por Fernando J. Ballesteros, Pablo Arnalte-Mur, Alberto Fernández-Soto y Vicent J. Martínez es que prevé que en los primeros meses de 2021 los troyanos volverán a pasar entre la estrella de Tabby y la Tierra, provocando un nuevo periodo de descensos irregulares de su brillo, y que en la primera mitad de 2023 será el planeta el que haga lo propio.
Así que no hay que esperar mucho para falsar su hipótesis.
Sí, es una pena lo de los alienígenas, pero la ciencia y Ockham es lo que tienen.
(Vía Sondas Espaciales).