Por @Alvy — 17 de Noviembre de 2018

Marty Jopson se autocalifica como geek de la ciencia y aunque tenga poco que ver con la botánica y la biología –su especialidades– nos enseña en este vídeo de la Royal Institution la física tras el poderoso y sonoro chasquido del llamado sonido de azote de los látigos.

Todo tiene que ver con las leyes de la conservación de la energía y el hecho de que al azotar el látigo la cola (punta) se mueve cada vez más rápido según se va acortando, llegando a romper la barrera sónica. Por eso se suele decir que el látigo fue el «primer objeto fabricado por el hombre» que rompió la barrera del sonido, probablemente hace miles de años.

Como gran personaje que es Jopson no podía tener un mejor acompañante que el patito de goma Quack, con cuya ayuda desarrolla aun más la explicación comparándola con la generación de olas en la superficie de agua de un lago. Si el pato genera olas (ondas) y a la vez nada tan rápido como el desplazamiento de las propias olas, el efecto se acumula: igual que con las ondas sonoras, que van dejando tras de sí un vacío en el aire que no da tiempo a que se rellene con el aire de alrededor – y de ahí el poderoso chasquido en el momento crítico, cuando alcanza unos ~1225 km/h.

En otras palabras: el sonido suave estilo shhhhhhhh que tan bajito se oye al agitar el látigo suavemente se convierte en una «explosión sónica reforzada» cuando se agita con la fuerza correcta, que curiosamente no necesita ser sobrehumana. Y es que en esto de los látigos más vale maña que fuerza.

Aparte de eso, al buen profesor se le ve disfrutar a gusto con su látigo; debe ser el terror del alumnado como lo utilice en clase para algo más que demostraciones de física.

Bonus:

El hombre que pega latigazos en la banda sonora de Informe Semanal, un clásico del humor de @VengaMonjas que debería ir incrustado cada vez que se mencione en algún sitio la palabra «látigo».

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