Por @Alvy — 30 de agosto de 2010

Oro-Del-Mar

Hombre, poder, se puede. Lo que pasa es que muy rentable no es.

En este curioso artículo titulado Gold from the Sea? publicado en 1934 en Modern Mechanix se especula precisamente con esa posibilidad, a partir de un proceso similar al que se empleaba en la época para extraer bromo, un elemento químico que se empleaba en los aditivos de las gasolinas. Las mismas plantas procesadoras, decían, podrían tal vez filtrar el agua de mar para extraer de ellas el oro residual que se encuentra disuelto, aunque esté presente sólo en ínfimas cantidades.

Tal y como pueden verse en las fotos de la revista, gigantescas bombas de agua subían el líquido elemento desde la costa para su procesamiento en las plantas de bromo, que pasaba por una serie de cámaras y filtros mecánicos y eléctricos. Como curiosidad, el emplazamiento de una de esas plantas estaba junto al famoso Cabo del Miedo, en Carolina del Norte.

Pero, ¿cuál es el problema? La concentración de oro en el agua de mar es muy, muy, muy pequeña, tan solo 0,000000004 gramos por litro. Para conseguir un sólo gramo de oro se necesitaría procesar unas 250.000 toneladas de agua. Una piscina olímpica, que ya es grande, tiene una capacidad de 2.500 toneladas de agua, así que habría que hacer circular el agua de unas 100 piscinas para obtener un gramo de oro, cuyo valor en el mercado pueden ser unos 30 euros. En el planteamiento original se pensaba que se podría aprovechar el hecho de que ya hubiera un proceso en marcha para extraer el bromo del agua (y que el oro sería un valioso subproducto), pero la economía del asunto como se ve lo hace impracticable.

Así que las aproximadamente 6 millones de toneladas de oro que hay disueltas en el agua de los océanos de nuestro planeta parece que todavía están seguras allí y que no se las llevará nadie.

(¡Gracias Turco por el enlace!)

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