Está muy bien lo de la energía geotérmica, pero lo de que la farmacia «saludable» de Mairena del Aljarafe sea «el primer establecimiento sanitario descontaminado electromagnéticamente» ya chirría bastante más.
Por lo visto tienen un sistema de apantallamiento de sus muros y ventanas que protege a los usuarios de las radiaciones y
[…] los teléfonos inalámbricos no son los convencionales, sino unos especiales que funcionan con una base libre de radiaciones cuando no hay comunicación. Igualmente, los tradicionales arcos anti–hurtos han sido sustituidos por un sistema mucho menos contaminante electromagnéticamente.
Aunque igual alguien debería explicarles que la luz es una radiación electromagnética como otras muchas, así que a ver cómo se descontaminan de eso.
Claro que no lo hará la Fundación para la Salud Geoambiental, que es quien por lo visto les aconseja a la hora de descontaminarse electromagnéticamente, pues el objetivo de esa fundación es propagar el miedo a las radiaciones electromagnéticas para vender todo tipo de productos y servicios innecesarios, tal y como se puede leer en Desmontando a la Fundación para la Salud Geoambiental, en El negocio del miedo electromagnético, o en ¿El origen del pánico electromagnético? Sigan el dinero
Una lástima que el farmacéutico no haya visto a tiempo –o tomado nota– de lo que contaron en aquel capítulo de Escépticos titulado Las ondas del mal; queda ahí arriba para los despistados.