El 13 de junio de 2010, tras un periplo de algo más de siete años, tres más de lo previsto, la sonda espacial Hayabusa de la Agencia Espacial de Explorción Aeroespacial (JAXA) se convertía en la primera de la historia en traer muestras de un asteroide a la Tierra, aún a pesar de la enorme cantidad de problemas con los que tuvieron que enfrentarse los responsables de la misión.
De hecho, durante muchos meses después de haber tomado –o no– estas muestras hubo muy serias dudas de que la sonda pudiera completar su misión y volver a casa a causa de una fuga de combustible qe obligó a la JAXA a traerla de vuelta usando un plan alternativo que hubo que desarrollar sobre la marcha.
Pero casi contra pronóstico sí había partículas del asteroide dentro del contenedor, con lo que al final la misión fue considerada un éxito; sólo falló el aterrizador Philae, que en lugar de ser depositado sobre la superficie de Itokawa se perdió en el espacio al fallar la citada maniobra de aproximación.
La sombra de la sonda Hayabusa sobre el asteroide Itokawa - ISAS/JAXA
Esto animó al gobierno japonés a aprobar en agosto de 2010 el lanzamiento de la misión Hayabusa 2, que debería ser lanzada en 2014 para llegar al asteroide 1999 JU3 a mediados de 2018 y estar de vuelta con las muestras correspondientes a finales de 2020.
Hayabusa 2, en cuyo diseño acaba de empezar a trabajar NEC, utilizará una versión mejorada del motor de iones y los sistemas de guiado y navegación que montaba su predecesora, aunque incorporará un nuevo sistema de control de la altura sobre el asteroide de destino para evitar problemas como los de Hayabusa.
También se utilizará un sistema de recogida de muestras distinto, que en este caso descenderá suavemente hasta la superficie antes de ser detonado cuando se detecte el contacto con esta, no como en el caso de la sonda Hayabusa original, que utilizó unos proyectiles que se dispararon desde esta cuando el sistema de control pensó que estaba a la altura adecuada.
En caso de que se produzcan retrasos la misión podría ser lanzada en 2015 sin causar demasiados retrasos, pero en caso contrario habría que retrasarla unos diez años.
El interés de esta es obvio, pues nos permitiría obtener datos de primera mano de otro asteroide que no sólo se podrían comparar con los traídos por la sonda Hayabusa original, sino que nos darán más información acerca de la formación del Sistema Solar.
- Hayabusa en el buscador de Microsiervos.