Ingenuity a la derecha de la imagen sobre las dunas en las que quedará para siempre y el aspa rota de su rotor a la izquierda del centro de la imagen – NASA/JPL-Caltech/LANL/CNES/CNRS
El pasado 25 de enero la NASA daba por terminada la misión del helicóptero Ingenuity en Marte tras un vuelo en el que al menos una de sus aspas resultó dañada. Pero según acaban de contar el pequeño helicóptero aún tiene trabajo, y para muchos años: actuará como una especie de estación meteorológica y de recogida de datos en la superficie de Marte. Pero serán datos para un eventual uso futuro.
Para el futuro porque la radio de Ingenuity no tiene potencia para comunicarse con el control de la misión, tan siquiera utilizando las sondas que hay en órbita alrededor de Marte que pueden actuar como relé de comunicaciones. Así que no podrá enviarlos a ningún sitio. De hecho era el rover Perseverance el que hacía de relé de comunicaciones para él. Pero al irse alejando para continuar con su misión ya no podrá hacer tal cosa. Su última sesión de comunicaciones con Ingenuity tuvo lugar ayer, 16 de abril de 2024.
La sombra de un aspa rota que marca el fin de una impresionante misión – NASA/JPL-Caltech
Pero como salvo el rotor dañado todo funciona todavía a bordo de Ingenuity el plan a partir de ahora es que se despierte una vez al día. Y así aprovechará para medir el funcionamiento de su panel solar, baterías y equipos electrónicos. Además, tomará imágenes de la superficie con su cámara en color y recogerá la temperatura de varios sensores que monta.
Todos esos datos quedarán grabados en su memoria, que aunque se quede sin electricidad no pierde los contenidos. El equipo de la misión calcula que si nada falla Ingenuity tiene memoria como para almacenar veinte años de datos diarios antes de que se llene.
La idea es que en un futuro alguien o algo pueda ir junto a Ingenuity –a lo Mark Watney– y recoger todos esos datos. Aunque probablemente no sucederá tal cosa. Pero como a la NASA no le cuesta nada dejar a Ingenuity en funcionamiento sobre Marte mientras dure tiene una cierta lógica que lo hayan programado para ello.
Y más allá de toda lógica nuestro corazoncito geek se alegra enormemente. Aunque nunca más volvamos a saber de él. Al menos no en nuestras vidas.
Además no hay que olvidar que Ingenuity era una demostración tecnológica para ver si éramos capaces de hacer volar una máquina más pesada que el aire en la tenue atmósfera marciana, 100 veces menos densa que la terrestre. Para ello tenía que hacer cinco vuelos en 30 días… Y al final ha hecho 72 vuelos en casi tres años, acumulando algo más de dos horas y ocho minutos en el aire. Así que se merece todo y más.