Eärendel es el punto indicado por la flecha roja – NASA, ESA, B. Welch (JHU), D. Coe (STScI), A. Pagan (STScI)
La noticia astronómica de las últimas horas es la publicación de un trabajo en el que se afirma que el telescopio espacial Hubble detecta la estrella más lejana jamás observada. Bautizada como Eärendel en referencia al poema «El viaje de Eärendel, la estrella vespertina», escrito en 1914 por T. R. R. Tolkien, está situada a 12.900 millones de años luz de la Tierra. Esto le da una edad de tan sólo 900 millones de años menos que la del universo, con lo que aparte de la estrella más lejana –le gana de calle a Ícaro, la que hasta ahora tenía el récord– es también la más vieja que hayamos visto jamás. Eso la hace interesantísima porque sabemos muy poco de esa época del universo en el que nos ha tocado vivir.
La nota de prensa enlazada arriba es la del CSIC, que también ha participado en el descubrimiento. Las del sitio oficial del Hubble y las de la ESA están en Record Broken: Hubble Spots Farthest Star Ever Seen y en A Record Broken: Hubble Finds the Most Distant Star Ever Seen respectivamente.
Como sucede a veces el descubrimiento de Eärendel ha venido propiciado por un poco de suerte. Y es que entre ella y nosotros está el cúmulo de galaxias denominado WHL 0137-08 situado a 5.500 años luz de la Tierra, que es el que estaba observando en realidad el Hubble. WHL 0137-08 está formado por docenas o quizás cientos de galaxias y en total acumula una masa de unos 900 billones de veces la del Sol. Tal concentración de masa le permite actuar como lente gravitacional.
Una lente gravitacional es capaz de curvar, distorsionar, e incluso amplificar la luz de objetos que están detrás de él desde nuestro punto de vista. Es, salvando todas las distancias, algo muy parecido a ponerle un teleobjetivo extremo a una cámara de fotos, aunque por mucho tele que le pongas nunca podrás ver algo que está detrás de otro objeto.
Más allá de WHL 0137-08 está una galaxia que ahora hemos bautizado WHL 0137-zD1 cuya forma es distorsionada por el efecto de lente gravitacional de WHL 0137-08 hasta que parece un arco, que a su vez ha sido bautizado como el Arco del amanecer (Sunrise Arc). Y dentro de ese arco, entre otras cosas, hay un objeto que parece ser una estrella solitaria, nuestra Eärendel, que tiene WHL0137-LS como prosaica designación.
En el trabajo se estima a partir de los datos obtenidos por el Hubble que Eärendel tenía –a estas alturas hace mucho que ha desaparecido en una explosión– unas 50 veces la masa del Sol, si no más. Y que podía ser hasta 100.000 veces más luminosa.
Pero aún así, de no ser por el efecto amplificador de su luz que produce la lente gravitacional de WHL 0137-08, y que se estima en un factor de entre 1.400 y 8.400 veces, no la habríamos visto porque está muy, muy lejos.
O no.
Para empezar no podemos asegurar que se trate de una sola estrella, pues al estar tan, pero tan lejos, podría tratarse de un cúmulo de estrellas que nos pareciera una sola. Aunque en el trabajo se tiene en cuenta esta posibilidad y llegan a la conclusión de que como mucho el punto de luz que hemos identificado como Eärendel tendría como mucho un año luz de ancho, lo que es demasiado pequeño para ser un cúmulo. Aunque esto no descarta que pueda ser un sistema binario o triple. Lo que tampoco estaría mal.
Pero además alguna de las personas que han evaluado el trabajo antes de su presentación tienen sus reservas acerca del tratamiento de los datos del Hubble que han hecho las personas que han escrito el trabajo; y hay astrónomos a los que los datos también les chocan un poco y que piensan que podría ser una estrella de la Vía Láctea que cae delante del Arco del amanecer desde nuestro punto de vista.
Para salir de dudas es necesario hacer un análisis espectroscópico de Eärendel… y ahí ya hay tiempo reservado en el telescopio espacial James Webb para cuando entre en funcionamiento en unos tres meses y poder salir de dudas. Los instrumentos del Hubble no sirven para eso.
(Algunos datos vía Bad Astronomer).
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