Todos asociamos los lanzamientos de los transbordadores espaciales a una enorme nube de humo que se forma alrededor de la plataforma de lanzamiento, como por ejemplo en esta foto...
Atlantis despegando en la misión STS-132 - NASA. Original y más fotos en STS-132 Flight Day 1 Gallery
Pero hace un par de días me han contado que en realidad la mayor parte de ese humo no es tal sino que es vapor de agua procedente de los 300.000 galones, algo más de 1.135.000 de litros, de ésta que libera el sound suppression water system, el sistema de agua de supresión de sonido, en 41 segundos durante los despegues como se ve en esta prueba:
Y en efecto su objetivo es suprimir las ondas de choque de sonido y no proteger a la plataforma de lanzamiento ni a la estructura de soporte del transbordador de las llamas como pudiera parecer, ya hasta una altura de unos 100 metros (300 pies) éstas son desviadas por los correspondientes deflectores hacia las tres trincheras dispuestas para tal efecto.
Justo a esos 300 pies de altura sobre la plataforma la carga producida por las ondas de sonido alcanza su pico, y deja de ser un problema a eso de los 1.000 pies (algo más de 300 metros).
Este sistema de supresión se añadió a las plataformas de lanzamiento tras la misión STS-1 cuando se comprobó que las ondas de choque del sonido reflejadas por las partes metálicas de la estructura de lanzamiento causaban cargas excesivas en el transbordador y su carga.
El SSWS consigue reducir el nivel de ruido que han de soportar el transbordador y su carga de 145 decibelios hasta los 142, lo que es suficiente para mantener sus efectos por debajo de los límites de diseño de estos, y aunque la diferencia puede no parecer mucho conviene recordar que los decibelios se miden en una escala logarítimica, por lo que esto supone reducir el nivel de ruido mil veces a la mitad.
Así que en realidad el humo que deja un transbordador en su despegue es ese penacho sobre el que le vemos en fotos como esta:
De nuevo el Atlantis en la misión STS-132 - NASA. Original y más fotos en STS-132 Flight Day 1 Gallery
Otra curiosidad que me contaron es que la inmensa mayoría de ese vapor de agua no está generado por el calor que se produce en el lanzamiento sino por la energía que las vibraciones sonoras le transmiten al agua, que la convierten en vapor instantáneamente.
De hecho, en el simulador de lanzamiento de transbordadores del Centro de Visitantes del Centro Espacial Kennedy el astronauta Charles Bolden cuenta que a 400 pies de un lanzamiento las llamas te matarían si estuvieras al descubierto, pero que a 800 pies sería el sonido el que lo haría.
Impresionante.