Nunca lo había pensado, pero cuando un arquero apunta hacia su objetivo el mismo arco impide que la flecha pueda salir directamente disparada hacia él, y sin embargo, un arquero medianamente competente es capaz de acertar. Es lo que se denomina la paradoja del arquero.
La flexión de la flecha lo explica todo - imagen vía Wikimedia Commons
Esto es posible porque las flechas no son rígidas y la fuerza que ejerce la cuerda del arco hace que se flexionen, primero hacia un lado y luego hacia el otro.
Si la flecha tiene la flexibilidad adecuada para el arco desde el que se está disparando las oscilaciones terminarán cancelándose y volará recta hacia su objetivo, tal y como explica el vídeo de arriba.
Pero si es demasiado flexible su trayectoria será impredecible y terminará desviándose a un lado, mientras que si es demasiado rígida es posible que llegue a romperse en cuanto el arquero suelte la cuerda.
(Vía Joaquín Sevilla).