Por @Wicho — 16 de abril de 2015

Despegue de la Dragon CRS-6
Despegue de la Dragon CRS-6

Con algunos meses de retraso sobre las previsiones iniciales la ISSPresso, que es como una Nespresso, pero preparada para funcionar en la Estación Espacial Internacional, va rumbo a esta a bordo de la cápsula de carga Dragon CRS-6.

Diseñada y fabricada por Lavazza, Argotec, y la Agencia Espacial Italiana, la ISSPresso es la primera cafetera de cápsulas en viajar al espacio y por fin permitirá a los astronautas disfrutar de un café medianamente decente en lugar del café soluble del que venían «disfrutando» hasta ahora.

Hasta van a hacer un estudio sobre eso, Capillary Effects of Drinking in the Microgravity Environment. Y no, no es broma, aunque quizás sí sea una disculpa ;)

ISSPresso

ISSPresso funcionando

Las modificaciones al mecanismo de una cafetera de cápsulas incluyen detalles que van desde que funcione con la alimentación eléctrica de la EEI a cambiar el tubo de plástico por en que circula el agua en el interior de las cafeteras que tenemos en casa por uno metálico capaz de soportar mucha más presión de aquella a la que funciona la ISSPresso.

Absorber el agua de la bolsa en la que se le suministra, hacerla circular por la máquina, pasarla por la cápsula y echarla a la bolsa de la que van a beber los astronautas tampoco es una cosa trivial en caída libre.

De hecho, con todas las modificaciones y componentes extras que necesita, la ISSPresso pesa unos 20 kilos.

En la Dragon CRS-6 viajan también suministros para la estación y sus tripulantes, materiales para experimentos, y 15 cubesats, 14 de @planetlabs y 1 de @PlanetaryRsrcs, para ser lanzados desde esta, tal y como se puede leer en Sixth SpaceX Delivery of Station Research With a Side of Caffeine.

En total son algo más de 2 000 kilos de carga útil frente a los aproximadamente 510 000 kilos que pesan el Falcon 9 que la lanza y la propia Dragon.

En otros términos, sólo un 0,39 por ciento de la masa al lanzamiento es carga útil. Y es que los cohetes molan mucho pero son muy poco eficientes.

De lo que no podrán disfrutar todavía los tripulantes de la EEI es de un café con hielo, pues no hay nevera ni congelador para alimentos a bordo de esta.

Por cierto que somos capaces de enviar una cafetera decente al espacio, pero aún nadie ha sabido explicarme por qué en Valencia al café con hielo se le llama café del tiempo.

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