Según se puede leer en LIGO and Virgo announce the detection of a black hole binary merger from June 8, 2017 el detector de ondas gravitacionales LIGO detectó una nueva señal proveniente de la fusión de dos agujeros negros el 8 de junio de 2017.
Pero llegó en un momento en el que el observatorio de Hanford estaba en mantenimiento, por lo que en principio los sistemas de detección automáticos no alertaron de la detección. Sin embargo como los de de Livingston sí lo hicieron los científicos del proyecto pudieron analizar los datos recogidos en Hanford para estudiar el evento.
Aunque tardaron en hacerlo porque estaba ocupados analizando otros dos eventos, la primera detección de la fusión de dos estrellas de neutrones y la primera observación conjunta de ondas gravitacionales y ondas electromagnéticas.
Y sin embargo la señal conocida como GW170608 escondía una sorpresa, ya que se corresponde con la fusión de dos agujeros negros de 12 y 7 masas solares a unos 340 megaparsecs de la Tierra para producir uno de 18 masas solares. La masa que falta es la que fue emitida en forma de ondas gravitacionales.
Se trata de los dos agujeros negros más pequeños cuya fusión hayamos detectado hasta la fecha. De hecho son tan «pequeños» que caen dentro de la gama de agujeros negros que hasta ahora estudiábamos de forma indirecta por las emisiones de ondas electromagnéticas que se producen a su alrededor. Y esto es todo un notición para los astrónomos, ya que abre la posibilidad de que en el futuro podamos estudiar los agujeros negros de ese tamaño en modo multimensajero, que es como se conoce a las detecciones en ondas gravitacionales y radiación electromagnética, lo que nos permitirá aprender aún más cosas de ellos. Es como, si de repente, pudiéramos escuchar un documental de La 2 además de verlo: entenderemos más cosas. Siempre que no nos quedemos dormidos claro.
En azul, agujeros negros estudiados por LIGO y Virgo; en malva agujeros negros estudiados mediante radiación electromagnética; en amarillo estrellas de neutrones estudiadas mediante radiaciones electromagnéticas; en naranja las vistas por LIGO y Virgo
En el momento de la llegada de GW170608 a a Tierra Virgo aún estaba en periodo de calibración, así que aunque detectó la señal sus datos no se han incluido en el estudio porque pueden no ser completamente fiables.
***
El retraso en el análisis de GW170608 hace que haya sido la sexta detección de ondas gravitacionales en ser publicada, aunque por orden de llegada es la cuarta:
- GW150914, del 14 de septiembre de 2015, primera detección de ondas gravitacionales de la historia.
- GW151226, del 26 de diciembre de 2015, la segunda, acompañada de una señal conocida como LVT151012 que no ha podido ser confirmada.
- GW170104, del 4 de enero de 2017, la más lejana hasta ahora.
- GW170608, del 8 de junio de 2017, la protagonista de esta anotación.
- GW170814, del 14 de agosto de 2017, la primera detectada por LIGO y Virgo.
- GW170817, del 17 de agosto de 2017, la primera fusión de estrellas de neutrones detectada en ondas gravitacionales y también la primera vez que además se detecta en radiación electromagnética.
Los nombres de las ondas gravitacionales empiezan por GW, de gravitational wave, onda gravitacional en inglés, seguido por el año (con dos dígitos, van a sufrir el efecto 2000 en el año 2100), el mes y el día.
Relacionado,
- La ESA selecciona LISA, un observatorio espacial de ondas gravitacionales, como su próxima gran misión
- Goto, un telescopio para intentar ver el origen de las ondas gravitacionales
- Las ondas gravitacionales se llevan el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica de 2017
- Premio Nobel de física de 2017 a la detección de las ondas gravitacionales