Por @Wicho — 8 de octubre de 2010

Cuando el 19 de julio de 1969 Neil Armstrong y «Buzz» Aldrin se convirtieron en los primeros seres humanos en llegar a la Luna la señal de vídeo que procedía de las cámaras que iban a bordo del Eagle no era compatible con la señal que emitían las cadenas de televisión.

Por esto, era necesario convertirla de algún modo, pero en lugar de utilizar un equipo que hiciera la conversión por métodos electrónicos se optó por generar la señal para las cadenas de televisión utilizando unas cámaras que apuntaban a unos monitores en los que se veía la señal recibida desde la Luna.

Fue, para entendernos, como si se retransmitiera un screener en lugar de la película original.

Al mismo tiempo que se hacía esta «chapuza» para la retransmisión en directo, esa señal era convertida electrónicamente al formato estándar de televisión de forma electrónica y guardada en cintas de vídeo, aunque el conversor, debido a las limitaciones de la tecnología de la época, provocaba una reducción del contraste y brillo de las imágenes.

Comparación de la imagen antes y después de la conversión
Izda: Imagen grabada. Dcha: Polaroid del monitor SSTV

Pero la señal de vídeo original de las cámaras SSTV del Eagle quedó también guardada en cintas magnéticas, junto con todos los demás datos de telemetría y audio de la misión.

Cualquiera supondría que la NASA habría guardado esas cintas como oro en paño, aunque al parecer a nadie en la agencia le debieron de parecer de la suficiente relevancia histórica porque su pista se pierde a mediados de los 70, aunque esto no se supo hasta años más tarde.

De hecho, esto salió a la luz cuando en 2006 la NASA anunció su intención de cerrar el Data Evaluation Laboratory del Centro Goddard, el único lugar del mundo en el que quedaban equipos capaces de leer aquellas cintas de datos, y algunos veteranos de la agencia pensaron que había que recuperar los datos almacenados en aquellas cintas antes de que no hubiera forma de leerlos.

Años de búsquedas infructuosas llevaron a la NASA a tener que admitir el año pasado que lo más probable es que las cintas del Apolo 11 hayan sido borradas junto con otras 200.000 que luego fueron reutilizadas para ahorrar dinero.

Esto es sin duda un WTF de proporciones casi cósmicas, pero después de ver unos minutos de una imágenes presentadas esta semana en Australia recuperadas, según se puede leer en Exclusive moonwalk video revealed, a partir de una copia de una copia «pirata» hecha en VHS en los 80 de la señal original y convenientemente restaurada cuadro a cuadro, todavía parece peor:

Esa cinta VHS, bastante degradada, ha permitido recuperar imágenes indudablemente mejores incluso que las de la versión «remasterizada» que la NASA presentó el año pasado, realizada a partir de cintas que guardaban las imágenes ya convertidas mencionadas arriba.

En ellas se aprecian detalles imposibles de ver en el metraje disponible hasta ahora; se llega incluso a ver la cara de Aldrin a través del visor de su casco cuando en un momento dado levanta el protector dorado que este incorporaba.

No está confirmado todavía, pero es de suponer que la NASA hará públicas estas tres horas de vídeo recuperado y arreglado por los australianos.

Menos da una piedra, pero de verdad que es como para tirarse de los pelos sólo con pensar en lo que podría verse de haber podido disponer de las cintas originales para convertirlas usando la tecnología de procesado de imágenes actual.

(Creo que Luis Alfonso Gámez fue el primero al que le vi pasar el enlace del artículo de Australian geographic).

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