El pasado lunes, mientras esperábamos que la sonda Rosetta de la Agencia Espacial Europea llamara a casa tras 31 meses de hibernación en el espacio profundo comentamos en varias ocasiones que todo estaba preparado en el Centro Europeo de Operaciones Espaciales, ya que había cacahuetes.
Estos son los cacahuetes de la suerte del Laboratorio de Propulsión a Chorro, también conocido como JPL, y son una tradición que viene de julio de 1964.
El programa Ranger de la NASA, gestionado por el JPL, tenía como objetivo fotografiar la superficie de la Luna y llevaba seis lanzamientos que por una razón u otra habían fracasado.
Pero resulta que el día que la Ranger 7 completó con éxito su misión, el 31 de julio de 1964, uno de los miembros del personal del JPL estaba comiendo cacahuetes, así que el resto de sus compañeros decidió medio en broma medio en serio que los cacahuetes les habían traído suerte.
Así que desde entonces en todos los lanzamientos de misiones controladas por el JPL hay cacahuetes a disposición del personal, y es también costumbre que desde el JPL envíen cacahuetes de la suerte a otras misiones como al lanzamiento la de la sonda MOM con destino a Marte, a la ya citada salida de hibernación de Rosetta, o en su momento al aterrizaje de Curiosity en Marte.
Esperemos que no se olviden de enviarlos cuando Philae tenga que aterrizar en la superficie del núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko.