Por @Wicho — 28 de marzo de 2004
Casi tres años después de un primer intento que fracasó la NASA consiguió ayer alcanzar una velocidad siete veces superior a la del sonido con el avión no tripulado X-43.

Con ésto no sólo han establecido un récord de velocidad, sino que además es la primera ocasión en la que un scramjet, un motor que quema hidrógeno pero que a diferencia de los cohetes tradicionales obtiene el oxígeno necesario para la combustión del aire en lugar de cargar con él, impulsa un vehículo a velocidades hipersónicas.

Aunque las aplicaciones prácticas -de llegar a haberlas- están todavía a años de distancia en el futuro, podrían suponer vuelos de larga distancia mucho más cortos e incluso un acceso más barato al espacio, aunque para esto último habría que alcanzar velocidades mucho mayores.
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