En La Singularidad desnuda explican este curioso mapa logarítmico de nuestro universo: A Map of the Universe, a colación de otra historia sobre una viñeta similar de Xkcd, ambos absolutamente preciosos.
Aquí se analiza cómo podría realizarse un mapa a escala de todo el Universo visible, de manera que -al igual que ocurre con los mapas terrestres- preserve a pequeña escala las formas, mostrando a la vez todo el rango de distancias astronómicas (desde el espacio local, cercano a la Tierra, hasta los objetos situados a escala cosmológica como los quasars)
La disparidad de distancias la solventan mediante el empleo de una escala logarítmica, gracias a la cual se pueden representar en el mismo mapa objetos situados desde unos pocos miles de kilómetros de la Tierra hasta a gigaparsecs de distancia (o miles de millones de años en el pasado)
El ejercicio es muy interesante porque además de que los seres humanos somos muy malas en general calculando probabilidades, también somos pésimos calculando potencias o apreciando las escalas logarítmicas/exponenciales, o en general los «cambios de magnitud» que, para nuestra desgracia, son muy comunes en la vida real y la naturaleza. Uno de los ejemplos más tradicionales e impactantes al respecto es la historia de los granos de arroz y el tablero de ajedrez.