Por @Alvy — 8 de septiembre de 2017

Mecánica cuántica / Salvador Miret Artés / CISC / Catarata

Desde el CSIC nos enviaron muy amablemente un ejemplar de Mecánica cuántica (2015), un libro del profesor Salvador Miret-Artés acerca del mundo subyacente que forma nuestro universo. Cubre desde cuestiones acerca de partículas, ondas y campos hasta las mediciones y la ontología de la mecánica cuántica, con cuestiones como se plantean en la primera página: «¿Más y menos real que la vida misma?» Por no hablar del gato, que obviamente también tiene su espacio.

Plantear así un libro es todo un reto, porque tratar de explicar conceptos que hicieron dudar incluso al mismísimo Einstein en 128 páginas es poco menos que imposible. Tómese por ejemplo la ilustración de la portada, muy descriptiva. El hecho es que los cuatro capítulos del libro están tratados con paciencia y bastante detalle, dejando los tecnicismos a un lado para concentrarse en explicar los conceptos. Es cierto que en muchos momentos hay que dar un salto de fe cuando se dice «y entonces se demostró que…» pero se hace gustosamente.

El libro describe de forma fácil de entender experimentos clásicos como el de Young y su doble rendija, los cuantos de Planck y, cómo no, el famoso gato de Schrödinger. La parte final trata sobre la ontología o metafísica de la mecánica cuántica y es también muy interesante:

Seguimos preguntándonos permanentemente si el mundo es tal como es, tal como lo vemos o tal como lo medimos. Esta cuestión proveniente del derecho más elemental de cualquier persona, interesada en nuestro mundo, de interrogarse sobre las consecuencias de las proyecciones mentales e interpretaciones derivadas de la teoría cuántica. No hace falta ser un Einstein, Bohr… o cualquier físico de a pie para tal planteamiento.

Efectivamente: una vez se conocen las peculiares y nada intuitivas características y propiedades de la mecánica cuántica cualquiera puede seguir investigando la ciencia de todo ello, aunque ni siquiera esté claro si algunos de los conceptos quedarán al alcance de esa ciencia o más bien pasarán al terreno metafísico e insondable para nosotros, meros humanos.

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