«Encontrar meteoritos es más fácil que sobrellevar el clima de la Antártida». Y es que el trabajo de Constantine Tsang no es nada fácil, tal y como nos enseña Great Bit Story. Se pasaron dos meses recorriendo la Antártida en busca de rocas que en realidad fueran meteoritos caídos desde el espacio.
Y es que la NASA es mucho más de lo que sucede en la Estación Espacial, en Marte o en el telescopio Hubble. En este proyecto llamado Ansmet, por ejemplo, se recogieron ni más ni menos que 570 muestras de meteoritos que se enviaron convenientemente marcadas, geolocalizadas y fotografiadas al Johnson Space Center, para su análisis.