Por @Alvy — 13 de enero de 2014

La cinetosis es marearse debido al movimiento, normalmente durante los viajes en coche, barco o avión. Quien más, quien menos, lo ha experimentado alguna vez – para algunos es una auténtica pesadilla. Técnicamente es diferente de un «mareo» o «vértigo» aunque «mareo» sea el término que lo describe más popularmente. El vídeo TED de Rose Eveleth es una breve descripción de lo complejo del asunto.

Y eso que resulta interesante es que con la cinetosis sucedan algunas cosas realmente extrañas. Por ejemplo, es poco habitual marearse yendo en tren o en metro –aunque se muevan tan o más rápido que los coches y barcos– y aunque el mareo al viajar en automóvil es muy común es casi imposible que la persona que conduce se maree. ¿Y el hecho de que sintamos náuseas y vomitemos como consecuencia de esa experiencia? Si lo piensas, es más raro todavía: podríamos, por ejemplo, sufrir algo más ligero como un dolor de cabeza o de oídos o de cualquier otro tipo.

La mayor parte de los remedios que existen para la cinetosis no sirven de nada y son puro placebo: hay algunas medicinas con cierta efectividad, pero casi todo lo que se suele usar son «remedios de la abuela», «pulseras mágicas», e incluso parches. Curiosamente tampoco son efectivas muchas medicinas que se emplean para evitar las nauseas y vómitos en pacientes en otras situaciones (!) Lo más o menos comprobado es que masticar cualquier tipo de chicle o fijar la vista en objetos lejanos suele servir de alivio.

Lo más curioso es que los científicos no tienen del todo claro por qué hay gente que sufre mareos debido al movimiento y de ahí que sea tan difícil tratar el problema de forma definitiva; hasta en la Estación Espacial Internacional dedican tiempo a experimentar con posibles soluciones. Parece claro que lo que se sabe sobre la cinetosis no es una ciencia exacta todavía.

Pero hay buenas razones para pensar que todo lo relacionado con la cinetosis tiene que ver con la confusión generada entre diferentes sentidos cuando envían sus señales al cerebro especialmente lo que ven nuestros ojos: «no nos estamos moviendo» (respecto al vehículo) y lo que nos dice el equilibrio «nos estamos moviendo» (debido a las fuerzas de aceleración).

Mi teoría favorita –quizá por estrambótica– sobre la razón última a «por qué vomitamos si nos mareamos» la leí hace tiempo aunque no recuerdo dónde y también se menciona en el vídeo de Eveleth para TED. Viene a decir que si el cerebro recibe señales contradictorias como en este caso entre la vista y el equilibrio deduce que «algo raro está sucediendo» y que quizá se deba a un problema común: un «envenenamiento» por algo que hayamos comido en mal estado o sea peligroso. De ahí la solución automática e instintiva: el vómito. Según esta teoría, que vomitemos al marearnos es simplemente señal de que nuestro cerebro piensa que estamos siendo envenenados; esa es la solución más rápida. Tiene su lógica – aunque como siempre serán los científicos quienes digan la última palabra al respecto.

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