Manuel es un lector que nos envió muy amablemente unas preciosas fotografías del Museo Huygens de Hofwijck, un lugar muy especial cuya historia merece la pena ser contada. Fue el hogar del astrónomo Christiaan Huygens, considerado uno de los mayores divulgadores sobre astronomía, ciencia y el origen de la vida. En el siglo XVII sus muros, jardines y habitaciones vieron surgir muchos de sus escritos. Incluso el mismísimo Carl Sagan utilizó aquel lugar como «escenario del recuerdo» durante el rodaje de uno de los episodios de Cosmos: un viaje personal en 1980.
A continuación está la nota sobre el museo que Manuel ha escrito, impelido por la necesidad de compartir su experiencia con otros aficionados a la ciencia y aderezado con las imágenes de acompañamiento que pudo tomar allí mismo en persona. Cuenta que hace años le dio la impresión de que ni siquiera muchos holandeses conocían esta historia y que incluso la relación Sagan-Huygens era algo que podía haber pasado desapercibido entre los voluntarios del museo – al menos hasta que recientemente un astronauta lo mencionó en una visita especial para inaugurar la restauración de uno de los accesos.
Hay cierto matiz poético, reconozcámoslo, en que uno de los grandes divulgadores científicos del siglo XX utilizara el mismo espacio de trabajo que uno de los grandes divulgadores sobre la ciencia y el origen de la la vida del siglo XVII.
Hofwijck: donde Sagan encontró a Huygens
Por Manuel de Entrambasaguas
Cuando el astronauta holandés André Kuipers preguntó en 2004 a sus compañeros de misión en la Estación Espacial Internacional qué les gustaría visitar en los Países Bajos, el norteamericano Mike Fincke, que tenía 13 años cuando se emitió la serie original de televisión Cosmos, contestó que “la casa de Huygens”.
Esta casa de campo con jardín, llamada Hofwijck, aparece de forma prominente en el capítulo 6 de Cosmos, titulado Traveller’s tales (Relatos de viajeros). En este episodio, Sagan toma el siglo de oro neerlandés como referente de la era de los descubrimientos, y relaciona las investigaciones de Christiaan Huygens sobre la superficie cambiante de Júpiter y los anillos de Saturno con el programa espacial Voyager.
A partir del minuto 21, el capítulo recrea una velada en Hofwijck. Sagan explica cómo este ambiente de curiosidad científica y libertad intelectual facilitó que Christiaan Huygens, al que se muestra mirando por un telescopio en el jardín, se convirtiera en uno de los grandes nombres de la ciencia europea. Su célebre frase, «El mundo es mi patria, la ciencia mi religión», muestra su humanismo universal frente a los conflictos sectarios de todas las épocas. A él se debe también el descubrimiento de Titán, la mayor luna de Saturno, y por este motivo la sonda espacial que aterrizó allí en 2005 lleva su nombre.
Christiaan fue el segundo de los cinco hijos del diplomático, músico y poeta holandés Constantijn Huygens, quien mandó construir Hofwijck en 1638, «a media hora en carruaje» de su residencia habitual en La Haya. Tras enviudar el año previo, buscó un lugar donde retirarse de los asuntos de la corte y disfrutar de la compañía de sus hijos.
Constantijn Huygens diseñó su casa y jardín teniendo en cuenta las proporciones clásicas. La parcela tenía forma rectangular, con la casa situada en el extremo superior, cerca del canal. La vivienda representaba la cabeza, y el jardín, a continuación, seguía la distribución del cuerpo humano según las proporciones establecidas por el arquitecto romano Vitrubio. La planta del edificio es un cuadrado situado en el centro de un estanque con la misma forma, ya que buscó que la vivienda estuviera rodeada de agua. Se accede a ella a través de un puente de obra cuya rampa imita vagamente al de Rialto en Venecia, ciudad que visitó en uno de sus viajes diplomáticos. El salón de la casa, presidido por una gran chimenea, tiene la proporción pitagórica de 3 x 4. Christiaan Huygens vivió y trabajó en esta casa tras la muerte de su padre.
A finales del siglo XIX el jardín de Hofwijck, por entonces abandonado, desapareció en su mayor parte al ser atravesado por el nuevo tendido ferroviario. La propia casa estuvo a punto de ser demolida en dos ocasiones, hasta que un grupo de vecinos se puso de acuerdo a principios del siglo XX para adquirirla, rehabilitarla y transformarla en el actual museo, dedicado a ambos Huygens. El fragmento de jardín que se conserva se ha podido reconstruir recientemente gracias a grabados y planos que muestran su estado original y la descripción que Constantijn Huygens hizo de él en su poema titulado Vitaulium, que es el nombre latino de Hofwijck. En él escribió: «La llave de mi jardín es la que abre mi corazón». Hofwijck / Vitaulium hace referencia tanto a un lugar donde alejarse de la corte, como al jardín de la vida o de Vitrubio.
El museo, llamado Huygensmuseum Hofwijck, aún funciona hoy en día gracias al voluntariado, y ha sido recientemente remodelado en una ceremonia presidida por el astronauta André Kuipers, embajador honorífico de Hofwijck.
Se puede acceder al museo desde la contigua estación de Voorburg, en la línea de tren Gouda-La Haya. El salón de la planta principal, con sus ventanales abiertos al estanque circundante, y el pequeño despacho de Christiaan Huygens, donde Carl Sagan describió ante la cámara el tratado del holandés sobre la posibilidad de vida extraterrestre, permiten evocar la presencia de estos y otros ilustres visitantes, como el filósofo René Descartes. En la planta inferior se conserva la antigua cocina, con el acceso para los suministros desde un bote de remos, y la “casa de hielo” bajo el puente. La planta superior está dedicada a Constantijn, y el ático a Christiaan, donde se conservan varios de sus libros y objetos de investigación astronómica.
Todos los beneficios obtenidos por la venta de entradas y demás se destinan al mantenimiento y mejora de este importante lugar histórico.