Impresión artística de la Dream Chaser Cargo System atracada en la EEI
La NASA acaba de anunciar la firma de un nuevo contrato para llevar a cabo al menos 18 lanzamientos de carga a la Estación Espacial Internacinal en el periodo comprendido entre 2019 y 2024, tal y como se puede leer en NASA Awards International Space Station Cargo Transport Contracts.
SpaceX con sus cápsulas de carga Dragon y Orbital ATK con las Cygnus repiten como contratistas para los lanzamientos cubiertos por los Commercial Resupply Services (CRS-2); la sorpresa está en la aparición del Dream Chaser Cargo System de Sierra Nevada en esta tanda.
La Dream Chaser es una nave espacial tripulada similar en forma a los transbordadores espaciales, aunque aproximadamente de un cuarto de su tamaño, concebida también para ser lanzada en vertical y aterrizar planeando como un avión.
Capaz de poner a siete astronautas en órbita en su momento quedó fuera del concurso para desarrollar una nave tripulada conocido como Commercial Crew Transportation Capability, para el que la NASA seleccionó la Dragon X de SpaceX y la CST-100 de Boeing, aunque su desarrollo sigue adelante, contando incluso con la colaboración de la Agencia Espacial Europea.
Es, de todos modos, su variante no tripulada de carga, el Dream Chaser Cargo System, cuyo primer vuelo de prueba está previsto para noviembre de 2016, la que ha sido seleccionada para el CRS–2:
La idea de la NASA al incorporar la variante de carga de la Dream Chaser a la flotilla de naves que puede usar para dar servicio a la Estación es disponer de más opciones en cuanto a lo que se refiere al retorno de materiales desde esta.
Las Cygnus no están diseñadas para ser recuperadas; se queman en la atmósfera en una reentrada controlada al final de su misión, así que no sirven para esto sino que se usan como camión de la basura.
Las Dragon sí tienen la capacidad de retornar material, ya que amerizan al final de su misión, pero desde que amerizan hasta que la barcaza que las recoge llega a puerto pasan horas, por no hablar del impacto de la cápsula contra el agua, con lo que si se trata de muestras perecederas o frágiles, no son la mejor opción, aunque es posible, de todos modos, que mientras el contrato CRS–2 esté en vigor SpaceX sea capaz de dotar a sus Dragon de la capacidad de aterrizar en suelo firme.
En en traer carga rápido y de forma suave de vuelta en lo que destaca la Dream Chaser, pues apenas unas horas después de su partida de la EEI aterriza con suavidad en una pista convencional con tal de que sea suficientemente larga.
Dream Chaser de carga en la pista tras una misión
Cada una de las tres naves se usará en seis de los 18 lanzamientos incluidos en el contrato, aunque la NASA no ha decidido todavía en qué orden se harán ni, por supuesto, lo que se incluirá en cada uno de ellos, y cabe la posibilidad de que contrate algún lanzamiento más si es necesario.
Junto con las Progress rusas y los HTV japoneses ofrecen a los socios de la Estación cinco opciones a la hora de enviar suministros a esta, lo que es importante no sólo en cuanto a capacidad de carga, sino también en cuanto a variedad de lanzadores y lugares de lanzamiento para minimizar las probabilidades de que todos fallen a la vez.