Por @Wicho — 14 de agosto de 2013

De las naves tripuladas en desarrollo en la actualidad el Dream Chaser de Sierra Nevada es el que más pinta de nave espacial tiene, con mucho parecido, salvando el tamaño, con los transbordadores espaciales que usaba la NASA.

Igual que estas está diseñado para despegar en vertical, lanzado por un cohete Atlas V, y para aterrizar planeando, aunque en este caso en cualquier pista en la que pueda aterrizar un avión comercial.

Igual que los transbordadores de la NASA es reutilizable, aunque en lugar de tener que cambiar losetas de su escudo térmico según se vayan gastando en el Dream Chaser este es de una pieza y se cambiará cada cierto número de vuelos.

Está pensado para llevar hasta a siete tripulantes a una órbita baja terrestre, o lo que es lo mismo a estas alturas, a la Estación Espacial Internacional.

El modelo de prueba –algo así como el equivalente al Enterprise en los transbordadores de la NASA– acaba de terminar sus pruebas de rodaje en pista, para comprobar su manejo a distintas velocidades:

Antes ya había completado las pruebas de vuelo cautivo, con lo que el haber terminado las pruebas de rodadura deja el camino libre para pruebas de planeo en las que será soltado desde un helicóptero, probablemente antes de que acabe 2013.

Luego, una vez estudiadas estas pruebas e incorporadas las modificaciones que puedan ser necesarias, vendrá construir el primer Dream Chaser de verdad, que Sierra Nevada estime que podría entrar en servicio en 2016.

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