Dependiendo de si se toma en cuenta el centro de masas del sistema solar o el centro del Sol como punto de referencia o bien ayer, 11 de julio de 2011, u hoy, 12 de julio, respectivamente, Neptuno habrá completado su primera órbita después de haber sido descubierto el 23 de septiembre de 1846.
Sólo ha tardado 164.79 años en hacerlo, quita o pon 0,1 año. Allí sí que son largos los años, no como en Venus, donde los años son más cortos que los días.
Aunque quizás lo correcto sería decir desde que se comprobó que en efecto existía, pues Neptuno es el primer astro cuya existencia se predijo utilizando los datos disponibles antes de que realmente hubiera sido visto.
Fue el astrónomo francés Alexis Bouvard quien primero teorizó la existencia de otro astro más allá de Urano al observar discrepancias entre las tablas que había calculado y publicado para su órbita y las observaciones llevadas a cabo. en 1821
Pero sería su compatriota Urbain Le Verrier quien llevaría a cabo los cálculos necesarios para localizarlo.
Con ellos pidió a Johann Gottfried Galle del observatorio de Berlín que realizara las comprobaciones necesarias, y allí sería un estudiante, Heinrich d'Arrest, quien sugeriría comparar un dibujo recientemente realizado de la zona del cielo en la que Le Verrier calculaba que iba a estar este planeta con el cielo del día en el que se recibió la petición de Le Verrier.
Y a menos de un grado de dónde Le Verrier había previsto, allí estaba este hasta entonces desconocido astro, que tras algunas vueltas terminaría por ser conocido como Neptuno.
El descubrimiento de Neptuno suele considerarse compartido entre Le Verrier, Galle, y John Couch Adams, que llevaba desde 1843, y de manera independiente a Le Verrier, trabajando en la misma idea, aunque nunca consiguió que desde ningún observatorio comprobaran sus resultados.
Y para una vez que alguien decidió hacerlo, resulta que fue un tanto chapuzas con su trabajo, pues aunque James Challis, el director del observatorio de Cambridge realmente observó Neptuno algo más de un mes antes que Le Verrier y Galle, no se dio cuenta de ello.
De todos modos, hay una cierta polémica con lo de darle crédito del descubrimiento a Adams, pues hay personas que consideran que, para por un lado, sus cálculos no eran muy buenos, ya que Neptuno estaba a unos 12 grados de la posición prevista por él, y que, por otro, tampoco se mató mucho en conseguir que nadie los comprobara.
De hecho, Challis no llevó a cabo sus observaciones a instancias de Adams sino de Sir George Airy, el Astrónomo Real, sorprendido por la similitud de los cálculos de Adams y de Le Verrier.
Hoy en día, y salvando las diferencias, los astrónomos siguen utilizando métodos similares a los de Le Verrier para localizar nuevos astros, en especial planetas extrasolares, ya que dos de los métodos que más se utilizan para esto se basan precisamente en los efectos de la presencia de estos planetas en las observaciones que realizan, aunque no puedan verlos directamente.
Uno de estos métodos, el de los tránsitos, mide la caída en la intensidad de la luz que nos llega desde una estrella cuando un planeta pasa por delante de ella; el otro, el de las velocidades radiales, se basa en medir los tirones que la gravedad de un planeta ejerce sobre la estrella alrededor de la que orbita, que son más apreciables tanto cuando está al otro lado de esta –al menos desde nuestro punto de vista– o cuando está justo entre la estrella y nosotros.
- El observatorio Kepler localiza más de 1.200 posibles exoplanetas, algunos de tamaño similar a la Tierra, y sigue en ello.
- Exoplanetas a «simple» vista, y es que ya somos capaces de ver algunos de ellos.