Foto de archivo de la Progress M-18M a su llegada a la EEI
Como os podéis imaginar los tripulantes de la Estación Espacial Internacional no pueden salir a hacer la compra y, al menos por ahora, Amazon todavía no reparte hasta allí arriba, así que de vez en cuando hay que enviarles los suministros que necesitan.
Se encargan de esto una serie de naves de carga no tripuladas como son las Progress rusas, los ATV de la Agencia Espacial Europea, los H-II japoneses, y más recientemente las Dragon y Cygnus de las empresas privadas estadounidenses SpaceX y Orbital Sciences.
Esta semana le tocó el turno a una Progress, la Progress M-23M, que fue lanzada el 9 de abril a las 15:26 UTC y atracó en una de las escotillas del módulo Pirs a las 21:14 UTC, utilizando la trayectoria rápida habitual desde hace ya un par de años para las Progress y las Soyuz y que sustituye a la que se usaba antes y que requería un par de días para que estas llegaran a su destino.
A bordo de la Progress M-23M van 700 kilos de combustible para la propia Estación, otros 880 que ha utilizado la propia Progress durante el camino y que se se utilizarán luego para elevar la altitud de la órbita de la Estación una vez que esté atracada en ella ya que el rozamiento con la atmósfera le hace perder unos dos kilómetros de altitud por mes, con lo que si no se elevara periódicamente su órbita hace tiempo que habría terminado destrozada en la atmósfera.
Van también 22 kilos de oxígeno y otros 26 de aire presurizado; se envían oxígeno y aire por separado porque a veces interesa aumentar la proporción de oxígeno en la atmósfera de la Estación.
Otro consumible importante, aunque reciclan toda la que pueden, y esto incluye reciclar la propia orina de los astronautas, es el agua, de la que la Progress M-23M lleva 420 kilos a bordo para utilizar en el segmento ruso de la EEI.
Y es que la NASA y Roscosmos utilizan distintos productos para potabilizar el agua que envían a la EEI, lo que hace que no se pueda mezclar el agua de los dos porque de otro modo se formaría un precipitado de yodo y plata que podría atascar alguna tubería o los sistemas de refrigeración de los trajes espaciales.
Aparte de esto la Progress M-23M ha subido hasta la EEI 1215 kilos de suministros adicionales que incluyen piezas de repuesto, ropa, comida, medicinas, material sanitario, componentes de la Estación, cámaras de fotos y vídeo, manuales, etc.
Está previsto que la Progress M-23M permanezca atracada en la Estación hasta el 22 de julio de 2014, cuando partirá de ella cargada de materiales de desecho que se desintegrarán en la atmósfera mediante una reentrada controlada de la nave. Incluyendo la caca de los astronautas.
Con la Progress M-23M ahora mismo hay cuatro naves atracadas en la EEI, las Soyuz TMA-11M y 12-M, en las que llegaron a bordo los seis tripulantes de la Estación, la Progress M-21M, y la propia Progress M-23M.
Está previsto, además, que el lunes 14 de abril sea lanzada una nueva cápsula Dragon rumbo a la Estación, pero el fallo de un ordenador que forma parte del sistema de control del brazo robot de la Estación, necesario para capturar la Dragon, que a diferencia de la Progress no es capaz de atracar autónomamente en la EEI, podría obligar a retrasar su lanzamiento.
- 10 (+1) cosas que no sabías de la Estación Espacial Internacional, para luego poder presumir de frikismo espacial.