Por @Wicho — 8 de junio de 2009

La investigación con células madre, por su capacidad de convertirse en cualquier otra célula de nuestro cuerpo, es uno de los campos más prometedores de la medicina actual.

Gracias a ella, por ejemplo, se han llevado a cabo estudios en los que enfermos de diabetes han podido dejar de tener que inyectarse insulina e incluso se han conseguido fabricar corazones.

Estos son sólo dos ejemplos de los logros que se están alcanzando en este campo, pero también es cierto que es un campo polémico porque hasta ahora la fuente principal de estas células eran embriones humanos que resultaban destruidos en el proceso de obtención de estas, lo que hizo que, sin ir más lejos, en los Estados Unidos haya estado prohibido hasta hace muy poco el poder realizar investigaciones en este campo con financiación estatal.

En cualquier caso, y mientras se trabaja en otros métodos de obtención de células madre, estas también están demostrando sus aplicaciones en el caso de autotrasplantes, como en el de los citados enfermos de diabetes, o en el de los presentados hoy en Barcelona, en los que médicos del Hospital Vall d'Hebron utilizaron células madre para reconstruir deformidades faciales en niños.

Se trata de un niño y una niña que sufren el síndrome de Parry-Romberg, que entre otras cosas se caracteriza por contracciones y cambios en el color de la piel y la atrofia de cartílago, músculos y huesos del rostro, generalmente de la mitad izquierda.

Hasta ahora eso se trataba con implantes y cirugía, pero con la nueva técnica, que consiste en extraer células madre de la grasa del abdomen para luego implantarlas en la zona afectada junto con tejido adiposo, no sólo se consigue regenerar los tejidos, sino que además es menos agresiva desde el punto de vista quirúrgico, y abre la vía a aplicar el mismo tratamiento en otras enfermedades degenerativas que afecten a tejidos blandos.

También estos días se presentaban en Australia los resultados de tres casos en los que a pacientes con la córnea dañada en un ojo se les aplicaron células madre obtenidas de su ojo sano con una intervención también mínimamente invasiva y de carácter ambulante, y en los tres casos a las pocas semanas los pacientes informaban de mejoras significativas en su visión con el ojo enfermo: The contact lens that can help the blind see again.

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