Hoy, 2 de diciembre de 2015, se cumplen veinte años del lanzamiento del Solar and Heliospheric Observatory a bordo de un cohete Atlas II, aunque no entró en servicio hasta mayo de 1996.
SOHO es una misión conjunta de la Agencia Espacial Europea y de la NASA que tiene como objetivos estudiar las capas externas del Sol (cromosfera, región de transición y corona), explorar su estructura interna, y estudiar el viento solar, para lo que lleva a bordo doce instrumentos; de paso ha descubierto más de 3000 cometas.
La duración de la misión estaba prevista en dos años, con lo que el que SOHO haya durado diez veces más va mucho más allá de todas las expectativas.
Las imágenes que producen los instrumentos de SOHO están disponibles en The Very Latest SOHO Images; los datos que recoge SOHO se han convertido en la principal fuente para la predicción del clima espacial
Pero todo estuvo a punto de irse al garete el 25 de Junio de 1998 cuando desde el control de la misión se perdió el contacto con SOHO mientras lo estaban sacando del modo seguro, tal y como se puede leer en La odisea de SoHO.
El modo seguro, que incorporan todos los satélites y sondas espaciales, es en el que entran cuando detectan alguna anomalía, a la espera de que desde el control de la misión investiguen qué ha pasado y vuelvan, si es posible, a ponerlo en su modo de funcionamiento normal.
En el caso de SOHO el modo seguro se denomina ESR, de Readquisición solar de emergencia, y en él está programado para poner sus paneles solares de cara al Sol para asegurar el máximo suministro de energía al mismo tiempo que desconecta todos los sistemas posibles para minimizar el consumo de energía.
Pero aquel día dos secuencias de comandos erróneas dejaron a SOHO girando sobre sí mismo y con sus paneles solares paralelos al Sol, con lo que apenas recibía energía; además, no respondía a los comandos que se le enviaban.
Sin embargo, como la posición de SOHO respecto al Sol va cambiando ligeramente a lo largo del año el equipo de la misión sabía que tarde o temprano sus paneles iban a ir cambiando de posición relativa con el Sol, con lo que cada vez iban a producir más energía, alcanzando el máximo en septiembre para luego volver a bajar.
El 23 de julio el radiotelescopio de Arecibo confirmó la posición de SOHO y que estaba girando una vez sobre sí mismo cada 53 segundos; habiéndolo localizado de nuevo el 3 de agosto por fin se pudo establecer de nuevo contacto con él.
Poco a poco, haciendo un uso muy cuidadoso de la poca energía eléctrica de la que se disponía al principio, el equipo de la misión fue descongelando el sistema de propulsión, lo que para el 16 de septiembre permitió detener el giro del satélite y ponerlo en posición ESR, lo que aseguraba el suministro de energía eléctrica.
A partir del 5 de octubre se fueron activando todos los instrumentos, con la suerte de que ninguno resultó dañado durante el tiempo en el que SOHO estuvo a la deriva y prácticamente congelado, con lo que el 5 de noviembre, poco más de tres meses después de haberlo casi perdido, SOHO volvía a estar haciendo ciencia, sin que nunca más haya dado otro susto como aquel.
En estos momentos la misión de SOHO ha sido extendida al menos hasta diciembre de 2016, y no resulta descabellado que pueda seguir funcionando más allá.
En Happy 20th launch anniversary hay más información acerca de este aniversario.