Por @Wicho — 28 de octubre de 2006

El Hubble en mantenimiento desde el Columbia en 2002 © NASATal y como había anunciado Mike Griffin en la rueda de prensa inmediatamente posterior al regreso del transbordador espacial Atlantis de la misión STS-115 a la Estación Espacial Internacional, responsables de la NASA se reunieron ayer -Griffin había hablado de finales de octubre- durante tres horas para intentar tomar una decisión acerca de la misión de mantenimiento que tanto necesita el telescopio espacial Hubble, misión que originalmente estaba prevista para febrero de 2005, pero que en su momento fue cancelada por Sean O'Keefe, el anterior jefe de la NASA, tras el desastre del Columbia poniendo como excusa la seguridad de los astronautas.

Aunque la decisión no se hizo pública tras la reunión, la NASA sí ha enviado un comunicado de prensa en el que dice que esta se dará a conocer el próximo martes en el Centro Espacial Goddard, que es desde donde se controla el Hubble: NASA Sets Hubble Servicing Mission Decision Announcement.

La nota dice que dicha ceremonia incluye la presencia de los astronautas que llevarían a cabo la misión de mantenimiento en caso de que la agencia le de el visto bueno, así que parece que podría haber motivos para ser optimista acerca del futuro del Hubble.

En su situación actual, de no llevarse a cabo ningún tipo de mantenimiento, se calcula que el Hubble podría fallar definitivamente entre 2008 y 2010 por el fallo de los giroscopios que lo estabilizan, y de hecho desde el 31 de agosto de 2005 está funcionando con sólo dos giroscopios en lugar de con tres, que es su modo normal de funcionamiento, lo que restringe en cierta medida sus capacidades, pero permite tener dos giroscopios en reserva, lo que es especialmente importante teniendo en cuenta que otros dos han fallado ya completamente.

Otra área que necesita mantenimiento, aunque quizás con menos urgencia, es la de las baterías, que ya empiezan a mostrar síntomas de agotamiento.

Si se aprueba la misión, además de reemplazar los dos giroscopios estropeados y las baterías, aunque se podría optar por instalar unas baterías externas utilizando el conector que permite al Hubble recibir energía de los transbordadores espaciales durante las misiones de mantenimiento, se reemplazarían también un sensor del sistema de guiado del telescopio y se colocarían mantas protectoras sobre zonas en las que el aislamiento térmico se ha ido gastando.

En cuanto a la instrumentación de a bordo, se reemplazaría la Wide Field and Planetary Camera 2 por la nueva Wide Field Camera 3 y se instalaría el Cosmic Origins Spectrograph.

La mayor dificultad para llevar a cabo la misión es que tras el desastre del Columbia las normas de vuelo de la NASA especifican que si el transbordador sufre daños durante el despegue que comprometan su vuelta a Tierra la tripulación utilizaría la Estación Espacial Internacional como refugio mientras se monta una misión de rescate, pero en una misión al Hubble el transbordador no tendría manera de alcanzar la ISS porque esta y el Hubble están en órbitas muy diferentes.

La alternativa es «saltarse» esta norma y tener otro transbordador listo para su lanzamiento al mismo tiempo que despega el que lleve a cabo la misión de mantenimiento.

El martes saldremos de dudas, pero todo parece indicar que al final el Hubble tendrá su misión de mantenimiento y que seguirá asombrándonos durante unos años más.

(Algunos datos vía MSNBC.com.)

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