Uno de los objetivos de SpaceX, la empresa aeroespacial de Elon Musk, es desarrollar un cohete cuya primera etapa sea reutilizable.
La idea es que en lugar de dejar que esta se pierda en el fondo del mar se pueda recuperar para, tras ser revisada, volver a ser utilizada en otro u otros lanzamientos más, lo que permitiría abaratar el coste de estos.
Pero por ahora no están teniendo demasiada suerte.
El tercer intento de recuperar la primera etapa de un Falcon 9 se produjo con el lanzamiento de la cápsula de carga Dragon CRS-6, y aunque todo parecía ir bien hasta el último momento, el resultado es el que se ve en el vídeo de arriba o en este otro:
Parece ser que una válvula en el sistema de estabilización del cohete funcionaba un poco mal y eso impidió corregir el exceso de velocidad horizontal que llevaba este, por lo que tras aterrizar en la cubierta del Just Read The Instructions cayó de lado y explotó.
Afortunadamente el Just Read ha salido prácticamente ileso del incidente.
El intento anterior hubo que cancelarlo porque las condiciones en el mar impedían al Just Read mantener su posición con la suficiente precisión, con lo que SpaceX se limitó a hacer amerizar de manera lo más suave posible el Falcon 9 en cuestión.
Un primer intento fracasó también porque el sistema de control aerodinámico del cohete se quedó sin fluido hidráulico antes de tiempo, con lo que este se estampó con demasiada fuerza contra la cubierta.
Pero aún así no está nada mal los avances que están consiguiendo, y de cada fracaso se aprende; parece probable que pronto puedan lograr recuperar de una vez una de estas primeras etapas.
Por cierto que los seguidores de Iain M. Banks estarán de enhorabuena con la elección de nombres para sus espaciopuertos dron flotantes de SpaceX: Just Read The Instructions y el todavía en construcción Of Course I Still Love You son dos de las mentes que salen en El jugador, una de las novelas de La Cultura, un homenaje de Musk a Banks.